A nivel internacional se ha puesto en el radar uno de los datos que el Foro Económico Mundial presentó en diciembre de 2019, y es la cantidad de años que le tomará al mundo alcanzar la paridad de género en los ámbitos político, económico, de salud y educación. ¡100! Sí, ¡100 años!
La mayor disparidad se encuentra en el ámbito económico; por ello es fundamental que el sector privado genere un compromiso real para incrementar la participación de la mujer en el mercado laboral.
Quiero hacer énfasis nuevamente en que las empresas hagan suyos e implementen como parte de su cultura organizacional, los siete principios para el empoderamiento de las mujeres. Esto impulsará el talento femenino y habrá cada vez más mujeres participando en todos los sectores de la actividad económica.
Los principios a los que me refiero son: 1) Promover la igualdad de género desde la dirección hasta el más alto nivel, 2) Tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo – respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación, 3) Velar por la salud, la seguridad, y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras, 4) Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres, 5) Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del empoderamiento de las mujeres, 6) Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y cabildeo, 7) Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
La pregunta que salta es ¿cómo se puede apoyar a las mujeres en sus lugares de trabajo?; hay distintas maneras con las que se pueden echar a andar los principios antes enlistados. Una de ellas tiene que ver justamente con el diseño de una nueva cultura organizacional y de políticas que reflejen la paridad de género, desde el proceso de reclutamiento hasta la administración de promociones, sueldos y compensaciones. De manera particular las áreas de recursos humanos deben identificar el talento femenino al interior de las organizaciones que cumpla con los perfiles y habilidades de los puestos y reconocer sus méritos.
Por otro lado, se ha sugerido en diferentes sectores y giros de negocio, la promoción de horarios flexibles y trabajo desde casa; en términos de productividad, permanecer más tiempo en una oficina no está directamente relacionado con la efectividad en los resultados y desempeño; las organizaciones deben considerar estas alternativas para las mujeres que forman parte de su talento humano y que además son madres para que no se vean en la disyuntiva de tener que decidir si permanecer en su trabajo o dedicarse a cuidar a sus hijos o hijas.
Y como el tema nos involucra a todos, las empresas deben implementar políticas para sensibilizar y crear conciencia entre los hombres; existen movimientos como HeForShe implementado por ONU Mujeres, a los cuales se pueden adherir y trabajar de la mano juntos para que esos cien años se reduzcan y podamos ser agentes de cambio para garantizar un futuro más próspero no sólo a sus hijos o hijas, sino también para la sociedad en general.
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