Desde el 2004 decidí integrar el ejercicio a mi vida, pero solo me mantuve en mi peso por que no realicé modificaciones en mi alimentación.
En enero 2009 me recomendaron a la nutrióloga Cielo Lumbreras quien antes de darme una dieta, trabajamos en:
* Organizar mis horarios de comida.
* Disfrutar la comida, comer despacio y disminuir la compulsión.
* Seleccionar comida y postres nutritivos.
Yo no tenía avances en seguir sus consejos, por lo que un día me recomendó que tomara terapia. Por esos días tuve la suerte de escuchar una entrevista en http://www.la1260.com.mx/ a la Psicóloga Gabriela Cortés Higareda, especialista en trastornos de la alimentación y con especialidad en terapia del arte. Por unos meses interrumpí las citas de nutrición y me dediqué a solucionar la parte emotiva (Pero sin dejar el ejercicio).
Lo que me maravilló de terapia del arte es que, en un trabajo manual, dibujo, pintura, crayola, plastilina, muestras tus sentimientos, en vez de razonar las palabras que le vas a compartir al terapeuta.
Durante la terapia encontré que mi compulsión para comer era debida a:
* Duelos no resueltos.
* Problemas para poner limites.
* Falta de asertividad .
* Problemas de autoestima.
* Estaba en una relación destructiva y era co-dependiente. (Yo diría que esto es consecuencia de las anteriores)
* Estrés laboral.
* No estaba en contacto con mis sentimientos.
* Me embotaba con comida para no sentir. (también creo que era consecuencia de las anteriores)
* No me dedicaba tiempo a mi misma.
¿Que tan fácil ha sido el proceso?
Pues la verdad… ha estado K-nijo. Es doloroso entrar en contacto con nuestros sentimientos. Destapamos como un hormiguero y dan ganas de salir corriendo. Necesité mucho valor para regresar y hacerme responsable de mi misma por primera vez en mi vida. Me tardé algunos meses en terminar la relación destructiva. Y otros tantos en despegarme emocionalmente de el. Primero tuve que fortalecerme a mi misma. Siento que la parte destructiva estaba enmascarada, escondida en muchos detalles bonitos.
Sabes... Antes me sentía como en una resbaladilla. Sin poder modificar lo que estaba viviendo. Sentia como dicen en "Historia sin fin", "La nada, lo esta abarcando todo".
Ahora que estoy teniendo el valor de realizar pequeños cambios en mi vida, me siento feliz y plena. Estoy en control de mi vida y la puedo disfrutar.
Primero estaba enfocada en un problema de sobrepeso. Después me despreocupé del peso y puse todos mis esfuerzos en:
*Solucionar problemas emocionales
*Disfrutar el ejercicio diario
*Disfrutar la comida saludable
*Disfruar y valorar lo que si tengo.
Ahorita estoy aprendiendo a:
* Comunicarme mejor.
* Establecer limites. Claro que a mucha gente no le gusta que le ponga limites, pues ya estaba acostumbrada a disponer de mi tiempo y mis actividades.
* Procuro decir lo que pienso en el momento correcto y con la persona correcta en vez de estar rumiando mi enojo o tristeza.
* Me dejo sentir y si tengo que llorar lloro.
* Cuando hay situaciones estresantes en vez de irme contra el refri o contra la maquinita de los dulces, me salgo a caminar, le hablo a alguna amiga o escribo mis sentimientos para poder analizarlos mejor y en frío.
Con el aprendizaje obtenido ya me fue mas fácil seguir la dieta que me especificó la nutrióloga, dado que ya no me saboteo (tanto). Y como consecuencia, por primera vez en muchos años, empecé a bajar de peso.
Se que cada persona es una historia completamente independiente. Tu ¿como lo has vivido?, el Trastorno de Alimentación es ¿problema o síntoma?
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