Y DIOS ELIGE A LAS MADRES

Hace tiempo leí un relato de como Dios había creado a las madres, se necesitaba una criatura muy resistente capaz de curarlo todo. que amara incondicionalmente hasta el sacrificio, que tuviera muchos sentidos adicionales a los cinco que comunmente tienen los humanos, uno para poder disipar una duda, otro para poder consolar, aún en el momento de necesitar ser consolada, otro más para ser capaz de alimentar física y espiritualmente aún teniendo poco que dar. Que tuviera la intuición y el don de reflejar el amor de Dios con una caricia y un beso que sólo ella sabe dar.

Dios la creó a ella y cuando ya no está, cuanto añora y valora uno sus caricias, es cuando se torna modelo a imitar, ¡que necios somos los hijos! ¿porque no la valoraremos antes?.

Todas las madres son venerables, la madre joven que empieza y tiene la frescura, la ilusión y mil proyectos para formar a su hijo, la madre pobre que lucha con todo en contra por ese pedacito de su corazón, la madre del triunfador que es feliz y alaba a Dios por los logros de su hijo, la madre del desdichado que equivoca el camino, ella siempre reza por él pidiendo por ese hijo que ante sus ojos nunca será malo.

Yo me pregunto... ¿cómo eligirá Dios a las madres? y me imagino a un ángel ayudandole, le dirá el nombre de ella y El dictará, a ella mandale un niño, a ella mandale unos gemelos, a  ella mandale una niña, a ella... mandale un niño especial y el ángel debe sorprenderse y ha de preguntarle ¿porqué a ella que es tan feliz? y El seguramente en su infinita sabiduría sabe que una madre sin alegría no podría sonreír y eso si que sería terrible para ese niño. El ángel preocupado le dirá, sufrirá mucho y El le contestará, será sólo al principio, cuando acepte y vea mi amor a través de sus limitaciones será más feliz que otras. El ángel le preguntará ¿tu piensas que seguirá creyendo en ti? y seguramente Dios sonreirá diciendo ¡claro! porque necesitará más de mí y sentirá más mi amor que otras, ese niño será su maestro, le enseñará a valorar cada pequeño adelanto, a alegrarse con lo pequeño, cuando le diga mamá, de sus primeros pasos, aprenda a leer o simplemente se pueda sostener en pie , VERÁ UN MILAGRO, verá un milagro en las cosas pequeñas y sabrá cuanto la amo. Tendrá la certeza de que estaré presente cuando le enseñe y el aprenda con mucho trabajo,cuando se sienta agotada, su hijo le enseñará a levantar los ojos al cielo y a ver el milagro de cada día. Cuando su hijo le muestre un árbol o una puesta de sol porque el verá como pocos han visto mis creaciones. Nunca estará sola, yo voy a estar a su lado cada minuto, porque ella va a realizar mi trabajo, será mi colaboradora más eficiente y más cercana, tendrá la recompensa de sentir siempre mi amor, mi fuerza y verá lo que otros no ven, el infinito amor que le tengo. Su hijo especial le dará más felicidad que los demás porque no conocerá el mal y sonreirá siempre.

Así madres jóvenes o ancianas, ausentes y presentes, alabemos a Dios porque al darnos un hijo nos ha mostrado cuánto nos ama, cuánto confía en nosotras al hacernos depositarias de su obra creadora. Aceptemos esa obra como es, amándola, cuidándola y dejemos que sea su voluntad la que disponga recordando que es de El más que de nosotras. 

Imitemos a María madre por excelencia que amó y aceptó siempre y digamos como ella HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos