Karina
"La maté por celos", así confesó el médico de 53 años, quien dijo que el móvil del crimen fue por la infidelidad de su ex cónyuge
El 6 de agosto de 2010, fue encontrado el cadáver de Karina Ortega González, de 34 años de edad, parcialmente quemado, sin piernas y pegada a su cuerpo desnudo una bolsa de plástico color negra.
Felipe Zacarías Cortés Villanueva de 53 años, médico familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y de las farmacias Similares, fue detenido como asesino confeso de su ex esposa Karina Ortega González, a quien después de ahorcar, le amputó las piernas con un bisturí.
NOMBRE DE LA VÍCTIMA:
Karina Ortega González
VICTIMARIO:
Felipe Zacarías Cortés Villanueva
LUGAR DE LOS HECHOS:
Mazatlán, Sinaloa
HECHOS:
Fue cerca de las 7:30 horas cuando se reportó ante el número de emergencia 066 el hallazgo del cuerpo de quien, posteriormente, fue identificada como Karina Ortega González, de 34 años, de ocupación estilista.
El cadáver estaba semiquemado, envuelto en un plástico negro y tenía las piernas mutiladas. Cuando lo encontraron, el cuerpo se estaba consumiendo por el fuego pero alcanzó a ser apagado antes de quedar totalmente calcinado.
El día 10, cuatro después del asesinato, un niño encontró una de las piernas en el Estero del Infiernillo. El sábado 21 encontraron la otra pierna, también en el estero pero por la orilla de la Colonia 12 de Mayo.
El asesino: su ex pareja.
Luego de que la Agencia del Ministerio Público tuvo conocimiento del brutal asesinato de Karina Ortega González, correspondió al equipo de peritos profundizar en los detalles.
Fue así como encontraron que los cortes en las extremidades de la mujer eran "muy finos" que no cualquier persona los puede hacer.Y esa fue la hebra que siguieron.
Los investigadores estuvieron en el sepelio, platicaron con los familiares y el círculo de amistades de la víctima. Fue ahí donde surgió el nombre de Zacarías Cortez Villanueva.
Lo "rastrearon". Se dieron cuenta que faltaba seguido a su trabajo, aparecía súbitamente en su domicilio y luego se ausentaba. Investigaron en hospitales, con cirujanos, los "cortes finos" hechos a las extremidades inferiores de la mujer. Volvieron a coincidir: esas mutilaciones se habían hecho con instrumentos que usan los médicos en el quirófano.
Con muchos datos coincidentes, le hicieron llegar el primer citatorio. Reaccionó violento. Cabe señalar que días después del macabro hallazgo del cuerpo mutilado, y ante los misteriosos cortes observados en las extremidades de la mujer, los peritos investigadores acudieron de nuevo a la escena del crimen y tras una exhaustiva búsqueda encontraron el arma utilizada por el asesino, un bisturí quirúrgico.
Luego, el martes el Ministerio Público, con la investigación más robustecida con más testimonios, giró el segundo citatorio con la presencia de policías.
Nuevamente la reacción del homicida fue violenta. Se lo llevaron ante el MP y ahí continuaron los interrogatorios más a detalle y fue como empezó a caer en contradicciones, terminando por reconocer que la mató por celos.
Razones injustificadas
Con voz débil y entrepausada, Felipe Zacarías Cortés Villanueva, confesó que mató a su mujer tras una pelea, debido a que sintió celos por actos de infidelidad. El galeno indicó que la mujer no vivía con él desde hace tiempo, sino con su madre.
Dijo que un día antes del crimen la mujer regresó a su casa del fraccionamiento Villa del Rey a ver a su hijo, y tras un arranque de celos, el doctor le reclamó una supuesta infidelidad.
Después, éste la invitó a caminar desde su domicilio por la avenida Luis Donaldo Colosio en dirección a la carretera Internacional al norte.
Al llegar a la altura del puente del arroyo de los Jabalíes, un arranque de rabia originó que la tomará del cuello y comenzó a apretarla hasta asfixiarla. Cuando se percató que no se movía ni respiraba, sacó de su ropa un bisturí médico, con el cual cercenó sus piernas, las cuales aventó posteriormente al arroyo.
Médico asesino
Luego de que Felipe Zacarías fue presentado por las autoridades investigadoras ante los medios de comunicación electrónicos y escritos, la noticia dejó pasmados a no pocos derechohabientes del Seguro Social, y algunos usuarios de los servicios médicos de las farmacias Similares y al público en general, porque a pesar de tener una profesión tan noble, el presunto homicida había cercenado sin misericordia la vida de su ex esposa Karina.
En Mazatlán el tema del “médico asesino” se puso en boga pues a la gente no le cabía en la cabeza que un “hombre de blanco”, dedicado al cuidado de la salud pública, cegado por la pasión de los celos, se hubiera convertido en asesino de la noche a la mañana.
“Pero si era un médico familiar, carajo”, dijo una usuaria de las farmacias que no lograba entender la transformación de Felipe Zacarías, quien después de que solo tenía manos para curar mediante el bisturí, ese instrumento de cirugía en forma de cuchillo pequeño que se usa para hacer incisiones en los tejidos blandos, hayan sido utilizados para ahorcar a su ex pareja y el bisturí para cortarle las piernas.
El 24 de agosto, el médico familiar Felipe de Jesús, que días antes auscultaba y recetaba a sus pacientes del IMSS y de las farmacias Similares, confesaba ante los reporteros la forma en que había asesinado a Karina.
Escoltado por un par de "encapuchados" elementos de la UMIP el "asesino del bisturí" narró con voz pausada y nervioso, los motivos que, según él, tuvo para quitarle la vida a esta mujer, sobre todo con esa crueldad enfermiza.
—¿Por qué se pelearon?
—Por infidelidad.
—¿Por qué matarla de esa manera y (mejor) no abandonarla?
—Porque ella estaba con su mamá.
—¿Y si estaba contigo, por qué la mataste?
—Porque regresó a la casa.
—¿A qué regresó?
—A ver a sus hijos.
—¿Cuántos hijos tenía contigo?
—Uno, nada más.
—¿Ella te fue infiel?
—Sí.
—¿A qué te dedicas?
—Soy médico familiar.
—¿Y en dónde trabajabas?
—En el IMSS y en las Similares.
—¿Dónde ocurrió el asesinato?
—Ahí en el arroyo.
—¿Por ahí vivía ella?
—Ella fue a mi casa.
—¿Y dónde vivías tú?
—En Villas del Rey.
—¿Y te la llevaste caminando o qué le hiciste, la ahorcaste, la golpeaste?
—Sí, la ahorqué.
—¿Y qué te decía ella?
—Nada, no dijo nada.
—¿Y cuándo fue cuándo la mutilaste?
—Cuando estaba tirada.
—¿Con qué la mutilaste?
—Con un bisturí.
SEGUIMIENTO:
Abogados penalistas consultados por este diario revelan que el Juez Penal al que turnaron el expediente, podría sentenciarlo con la pena máxima, es decir, 50 años de cárcel tomando en cuenta todas las agravantes como son la premeditación, alevosía, ventaja y el grado de consanguinidad.
Hacer visible la violencia que miles de mujeres padecen a la sombra de la impunidad y que, lamentablemente, en muchos casos han pagado con sus vidas, es una forma de concientizarnos sobre la gravedad de esta problemática a nivel mundial.
Visita: MUJER CON J DE JUSTICIA
Comentarios
Así es Marina, es lamentable, injusto y aberrante. Estoy convencida que una de las formas para tomar conciencia sobre esta situación de efectos pandémicos, es a través de la difusión de artículos, noticias y todo tipo de información que alerte a las mujeres...ninguna mujer está exenta de padecer abusos, o tal vez, alguien muy cercano a nosotras podría ser víctima de violencia en estos momentos, pero el miedo la mantiene silencio, aunque las consecuencias podrían ser fatales.
Debemos informarnos para poder actuar!!
Gracias por tu mensaje....
SALUDOS!!!
HOLA SARA,KE TRISTE LEER ESTE TIPO DE NOTICIAS,ME PARECE BIEN KE LE DEN LA PENA MAXIMA,ES LO JUSTO PARA KARINA,DEBERAS NO SE PORKE CAER TAN BAJO ASESINANDO A SU ESPOSA,PERO NI MODO ME DA MUCHA PENA KE ESTO SIGA PASANDO...