Publicado por mariona el 17 de Julio de 2010 a las 2:48am
Seres alados, seres especiales, seres de luz, que podemos abstraer a nuestro mundo con sólo pensar en ellos. Siempre he creído que cada uno de nosotros somos ángeles que vinimos a este mundo a cumplir una misión específica. Así como existe una clasificación de ángeles en la corte celestial, también la hay aquí en la tierra. Por ejemplo considero que los músicos, cantantes, actores y actrices, son ángeles que vinieron a endulzarnos y alegrarnos la vida, los educadores, son seres que vinieron a este mundo a enseñarnos, los padres a amarnos y a formarnos, los tios a consentirnos, los abuelos a complacer nuestros deseos, los sacerdotes a ayudarnos a purgar nuestros pecados, los albañiles, constructores, ingenieros, etc., a edificarnos el confort para vivir mejor, los políticos y abogados, vinieron a organizar y a defendernos, los periodistas y científicos, a informarnos y a descubrir los tesoros más recónditos de nuestro universo, los magos, a alegrarnos la vida, y los niños, a qué vinieron a este mundo estos mágicos seres? a ofrecernos su ternura, su carisma rozagante de felicidad, y también están aquí de alguna manera para enseñarnos lo bello y hermoso que tiene la inocencia y la vida.
¿Haz visto alguna expresión más angelical que la sonrisa de un niño?, difícil de olvidar y digna de ser recordada, es algo incomparable. Y así sucesivamente vamos encontrando ángeles a nuestro paso, por esto debemos darle entrada a nuestra vida a estos querubines, serafines y arcángeles que simplemente nos envuelven en burbujas azules de felicidad. Los ángeles forman parte de la Biblia, desde las puertas del paraíso en el Génesis hasta las murallas de la Jerusalén Celestial en el Apocalipsis. Ellos nos acompañan, nos bendicen, nos protegen, dirigen nuestros caminos y labran nuestras victorias.
Por esto y mucho más: Querido ángel de mi guarda, gracias por estar siempre a mi lado. A partir de este momento, te abro la puerta de mi vida y de mi corazón,
Ábreme la esperanza del encuentro definitivo contigo y con todos aquellos seres que amo y que necesitan de mí, te ofrezco mi compañía y todo mi amor. Mueve tus alas a mi favor, enséñame los senderos de la abundancia, de la alegría, del triunfo, del éxito, de la salud perfecta, de la paz, de la fortaleza y de la protección Divina
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