Escrito por: Maria Elena Salinas.
Phoenix. Viajar a Phoenix es una experiencia candente. Por un lado esta el calor humano de su gente hospitalaria y por el otro las altas temperaturas que sofocan al visitante desde el mismo momento que sale del aeropuerto. En pleno otoño el termómetro marca 100 grados Fahrenheit. Pero esta vez la intensidad no viene del sol, sino de la energía emanada de una sala llena de mujeres hispanas profesionales, poderosas, influyentes y dinámicas. Dos mil mujeres participaron aquí en la Conferencia Nacional de Mujeres hispanas con la meta de educar, motivar y fortalecer a la mujer hispana. Tuve el honor de ser invitada como oradora principal para hablar del futuro de la mujer latina, y mientras repasaba la información para el discurso, lo que halle fue un panorama sombrío para el futuro de nuestras jóvenes. Pero también encontré buenas razones para estar optimista. Según pronósticos para el año 2050 una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos será hispana. Mientras la perspectiva de que seremos un 25 porciento de la población es impresionante, es preocupante a la vez. Lo digo porque las estadísticas muestran que el nivel de deserción escolar entre latinas esta en un 30 porciento. Entre todas las mujeres, las latinas son las que menos terminan la universidad, solo el 10 porciento logra obtener un titulo universitario. Si no hacemos algo para ayudar a nuestras jóvenes, vamos a tener una buena parte de nuestra sociedad sin la preparación necesaria para enfrentar los retos del momento. Hay varios razones por dejar la escuela. Desde el matrimonio hasta un embarazo fuera de tiempo, a la necesidad de trabajar para ayudar a la familia o cuidar a sus hermanos menores. Pero también esta componente cultural en el que algunas familias tradicionales prefieren criar a sus hijas a ser amas de casa que mujeres profesionales. Le dan más importancia a enseñarles a cocinar, limpiar y planchar que leer, escribir y contar. Otro factor que no se puede descartar es la falta de motivación. Las buenas noticias son es que aun hay remedio. Cada vez más padres de familia se dan cuenta del valor tan grande que tiene la educación para el futuro de sus hijas y muchos hacen grandes sacrificios para apoyarlas y ayudarles a cumplir sus sueños profesionales. Como resultado las mujeres hispanas están llegando muy lejos en Estados Unidos. Hay más mujeres latinas en puestos profesionales que hombres latinos. La mujer latina es propietaria de más de 470 mil empresas que emplean a más de 198 mil personas y generan sobre los 30 mil millones de dólares en ventas. Hay mas latinas en puestos políticos que nunca, son una cuarta parte de los puestos congresionales hispanos y hay por lo menos 8 mujeres latinas en puestos claves en la Administración Bush. Con tanto logro, además de orgullo, viene la gran responsabilidad de convertirse en modelos para nuestras jóvenes. La mujer profesional puede y debe allanar el camino para la juventud, pero no sola. El sistema educativo necesita jugar un papel más extenso en el asesoramiento de las jóvenes, tomando en cuenta factores culturales. El esfuerzo también requiere el compromiso de líderes cívicos, al igual que de los gobiernos estatales y municipales. El congreso norteamericano por su parte tiene que aprobar el proyecto pendiente en ambas cámaras que le daría acceso a la educación superior a todo estudiante inmigrante, sin importar su estatus migratorio. Yo he tomado esa responsabilidad al establecer una beca para un estudiante latino que quiera seguir una carrera en los medios hispanos del país. Además me convertí en mentora de una joven salvadoreña, radicada en Washington D.C. Esperemos que todos pongan de su parte por el futuro de nuestras jóvenes y el futuro del país. Es una inversión que sin duda alguna, vale la pena.
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