Publicado por Carolina Reyes el 11 de Septiembre de 2009 a las 8:37am
Este artículo me parece muy ad hoc con las fiestas patrias y pues ya era hora ¿no creen? Es de Quadratin, Michoacán. ¿Se imaginan regresar a esa época en que las opciones eran o marido o convento? O que si una no cumplía con su papel de virtuosa, el marido podía molerlas a golpes...Bueno, hoy en día ¿ustedes creen que ha cambiado en algo esto último? Les invito a que lean este artículo muy interesante.
MORELIA, Mich., 10 de septiembre del 2009.- Pese a que en la época colonial y pre independentista de México, las mujeres tenían poca por no decir casi nula ingerencia en los asuntos sociales y políticos, la tarde de este jueves dos historiadoras michoacanas relataron el papel de las mujeres en el movimiento por la Independencia nacional, en lo que fue la tercera sesión del programa las Tertulias de Valladolid.Fue en el patio principal de Palacio Municipal que las historiadoras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Lisset Rivera Reinaldos y Lorena Ojeda Dávila, por medio de una amena charla recordaron los estereotipos de las féminas a la mitad del siglo XIX y principios del XX en el México de las revueltas políticas por la emancipación de la Corona Española.
Ante la presencia de las presidentas del DIF Michoacán, Magdalena Ojeda Arana, y del DIF Morelia, Patricia Mora de Vallejo, entre otras mujeres destacadas del gobierno municipal, las investigadoras en historia explicaron el cómo se comenzó a difundir el ideal femenino con las reformas borbónicas, que fueron una serie de cambios políticos, económicos, eclesiásticos y militares aplicados por los Borbones en el territorio de Nueva España.
Dichas reformas, que limitaron la participación política de los criollos, provocaron el inicio de las tertulias en que se discutía la soberanía de las ciudades gobernadas por los virreyes.
Recordaron pues, que las mujeres de clase alta debían parecerse lo más posible a la virgen María, se les veía como personas limitadas biológicamente para razonar, y únicamente tenía poder en cuestión de la moral.
Debían ser virtuosas, abnegadas, comprensivas, bondadosas y honorables, y sus maridos tenían la facultad de golpearlas si no cumplían con dicho estereotipo.
Las féminas de la época sólo tenían dos opciones: el matrimonio o el convento, de lo cual muchas mujeres optaron por la vida religiosa puesto que era un medio para estar más ilustradas y desarrollar su intelecto, ya que como esposas no tenían la posibilidad de opinar sobre los asuntos públicos o acceder a la educación.
Mencionaron que había escuelas “de amigas”, en que algunas viudas les enseñaban a leer, matemáticas avanzadas y cómo comportarse en sociedad. También recibían la llamada educación de adornos, en que aprendían otros idiomas y algunos temas de geografía, elementos que les servían para conseguir un buen marido.
Fue también durante ese periodo que surgió el afamado “Manual de Carreño”, en que se instruía a las mujeres sobre las conductas que debían adoptar en público y hacia los varones
Asimismo, las historiadoras relataron breves biografías sobre mujeres que tuvieron participación en el movimiento de Independencia, como doña Josefa Ortiz de Domínguez, quien se involucró directamente en la lucha, Sor Juana María de la Purísima Concepción Michelena, quien desde el claustro mantenía correspondencia con sus hermanos; Gertrudis Bocanegra, que sirvió de correo a los insurgentes aun y cuando perdió a su esposo e hijo; o doña Josefa Huerta y Escalda, esposa de Manuel Villalongín, que fue forzada a delatar a su marido.También hicieron remembranza a las madres que mediante la educación inculcada a sus vástagos, criaron a los que años después fueron héroes nacionales, como Ana María Gallaga, madre de Miguel Hidalgo y Costilla; Juana María Guadalupe Pérez Pavón, progenitora de José María Morelos y quien inculcara a éste el valor del trabajo y el esfuerzo; y Rafaela López Aguado de Rayón, cuyos cinco hijos lucharon por la Independencia.
La tarde fue amenizada por el maestro Alfonso Mier y Cortés al piano, quien estuvo acompañado por el tenor Arturo Hernández Ávila, quienes interpretaron “Adiós Mariquita linda”, “Percura”, entre otras piezas musicales de autores michoacanos.
Acudieron también como invitadas especiales, la síndico municipal Daniela de los Santos Torres, la titular del Instituto de la Mujer Moreliana, Leticia López Vargas; la directora del DIF municipal, Luisa María Martínez Samper, y el coordinador para los festejos del Bicentenario, Miguel Bernal Macouzet.
Cabe recordar que estas Tertulias de Valladolid, son realizadas por la Coordinación para los festejos de los Bicentenarios de la Conspiración de Valladolid, la Independencia nacional y el Centenario de la Revolución mexicana, a fin de rescatar las antiguas tradiciones que unían a las familias morelianas en torno a un ambiente crítico, cultural y educativo.
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