NUDELOT
Poema dedicado a: Florencia Brenner
Directora de la revista Nudelot
Tu belleza vibra cual espejismo
El paisaje contrasta con la sensualidad
y los tonos naturales de la piel
El sosiego del cuerpo luce cual lago en reposo
refractado del dorado de una idílica alucinación
Luces como el ensueño de una inspiradora aurora
Gozas de la mágica psicodelia de la música
y del magenta de un arrebolerado atardecer
Eres la hermosa Musa que le inspira
versos a las miradas de mi corazón
Tus pies tallan una estela de reminiscencias
Tu aroma esparce un tropel de sensaciones
sobre la espuma que se extasía contigo
Es hermoso fantasear contemplándote
alucinado y embriagado por tu desnudez
En tu compañía el tiempo se reduce
a una fugaz pirotecnia de instantes
Tus senos me recuerdan un Edén
Me siento rodeado de náyades y ninfas
desertando del anal y mundano: bien y mal.
Son gratificantes y placenteras las sombras
que deambulan cual multitud de sílfides
Lamento todo el tiempo perdido
por culpa de los absurdos miedos y tabúes.
Contemplo sin ansias mundanas ni lujuriosas
al fuego del mar que contrasta con tu cuerpo.
El pecho sediento ya no piensa en el invierno
ni en la oscuridad de los días sin esplendor
Siento centellear a las ilusiones cual primavera
y palpitar los cabellos con las alas del viento
Le he cerrado las puertas a la demencia prohibida
Me he despedido de las pesadillas del infierno textil.
Mi corazón escribe poesía con la belleza que le posa
y se despide sin odio, del viejo hombre que habita.
Ahora me embriago con él vino del naturismo
y no con el licor prohibido de la demente vidorria
Quería aprender a contemplar sin angustia ni espanto
A las almas liberadas de las pieles con alas
Me embelesa y enloquece el fuego de la belleza
¡Ver la carne despojada del ardor de las bajas pasiones!
Intento captar el encanto de la hermosura
¡Verde esmeralda como las rosas del arco iris!
Las pupilas taciturnas se embriagan con el encanto de los cuerpos
con el matiz suave de las olas y de las sensuales sombras
Nada le niega el rojo de la poesía a mis ojos
Por primera vez la sangre recorre en paz a mis venas
No me canso de contemplar al alma de la vida
¡Salvaje como los gritos de los suspiros de una mariposa!.
Ya no le arranco como una fiera, imágenes a los cuerpos
ni veo con malicia impura, a los deseos deshojados
Son fugaces los momentos de las resurrecciones
Nada le reprochó al azar por el surrealismo de mi vida
¡Cuánto perdí por considerar infranqueables a las barreras!
Por considerar con mentes locas y poco puras, a los nudistas.
Ahora veo en mis ojos, el brillo del faro de un nuevo amanecer
El bálsamo dulce del amor, ha sanado con besos a mis heridas.
Me he embriagado con la miel del jardín de la vida
Me siento dichoso con la dulzura de estos recuerdos
Te contemple caminar sin dolor y sin penas en el rostro
¡Ay, cariño! Si pudiera regresar el tiempo, lo haría con gusto
No me digas nada, simplemente lloro de alegría
Mañana reviviré con satisfacción, estas bellas remembranzas
Héctor Cediel 2011-02-21
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