Publicado por Edith Verdejo el 2 de Noviembre de 2010 a las 5:35pm
Normalmente es un martes cualquiera, un ¨Martes de Mujeres¨, hoy estamos entre amigas, y queremos compartir un día mas, una celebración mas.
Algo puede cambiar, cuando hablamos que ¨hoy¨, es Martes 2 de Noviembre, lo que nosotras (os) conocemos como el día de muertos, cada estado de nuestro país tiene sus creencias y sus costumbres de como celebrar este día.
Sabemos, que el Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas vamos a los panteones, visitamos las tumbas de nuestros familiares, las limpiamos y tal vez pintamos las lápidas, ponemos flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.
También en nuestras casas, las familias mexicanas hacemos altares especiales, dedicados a nuestros familiares muertos.
Los altares pueden ser desde muy sencillos hasta muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las animas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.
La fiesta que celebramos los días 1 y 2 de Noviembre tiene orígenes prehispánicos. En todas las culturas del México antiguo ( Mayas, Olmecas, Mexicas, etc.) la muerte ocupaba un lugar muy importante.
Muchos iremos a la iglesia, pero nos daremos tiempo de comer uno que otro dulce y uno que otro ¨RIQUISIMO TAMAL¨, sea cual fuera nuestra tradición, probaremos de alimentos, ricos, dulces, apetitosos y deliciosos.
Este es especial para mi, es por así decirlo, la primera vez que sola pongo mi altar de muertos, este año se los ofrecí a mis abuelitos, ellos me acompañaron físicamente cuando era chica, me quisieron y me demostraron con hechos el amor que me tenían, uno de ellos, mi abuelito paterno, murió cuando tenía 22 años, su presencia, su actuar, su compañía y sus palabras siempre me acompañaron.
Probablemente no tenga nada de particular, pero lo dejé de ver cuando tenía 15 años, durante 6 años solamente lo ví una vez, y finalmente un mes de Septiembre de 1988, me enteré que había fallecido, a partir de allí, quizá un poco por mi formación, o por mi fe, siento que me acompaña y que está conmigo, mas allá de lo incierto que puediera ser la vida, su compañía me da certeza, me protege y me reconforta.
Fué un altar sencillo, con café, pan dulce, mi veladora e imágenes, pero es lo que el disfrutaba (pan y café).
Y tu como pusiste tu altar de muertos? y a quien?, comparte con nosotros unos minutos, será un gusto conocer un poco de ti.
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