Publicado por Edith Verdejo el 21 de Mayo de 2010 a las 8:56am
¨ Si crees totalmente en ti misma, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades. Wayne W. Dyer. ¨
Ustedes tendrán la mejor opinión, pero debemos de ver los otros ejemplos y ver cuanto hemos avanzado las mujeres en la política de este país.
En México, el pasado 2 de agosto de 2006, fue publicada la ¨ Ley General para la igualdad entre hombres y Mujeres ¨, la cual entró en vigor al día siguiente de su publicación.
El objeto de la ley es regular y garantizar la igualdad entre hombres y mujeres… promover el empoderdamiento de las mujeres…, entre otros.
Hay un aspecto relevante en el artículo 17 de dicha ley en una de sus fracciones, que es la que se refiere a la Política de igualdad en Materia de Igualdad, señala que la política nacional que desarrolle el ejecutivo federal deberá considerar los siguientes lineamientos:
o Fomentar la participación y representación política equilibrada entre mujeres y hombres;
Entre otros.
Curiosamente en España, la ¨ Ley de Igualdad de Género en España ¨, fue aprobada el 16 de Marzo de 2007, lo más trascendente es que se establecen mecanismos para asegurar la presencia femenina igualitaria en las listas electorales, en los organismos ejecutivos de entidades públicas y una progresiva y obligatoria incorporación a las direcciones empresarias.
La ley en España, fue dedicada a Clara Campoamor (muerta en 1972), una diputada que luchó por esta ley, y quien comentaba: “He trabajado para que en este país los hombres encuentren a las mujeres en todas partes y no sólo donde ellos vayan a buscarlas”.
Actualmente en España de los 17 Ministerios (Secretarías), 9 son ocupados por mujeres y 8 por hombres.
Para el caso de México, de las 19 Secretarías que conforman lo que le llaman el gabinete legal, solamente 3 son mujeres (Turismo, Energía y Relaciones Exteriores).
Creo que hay mucho por hacer, mucho por meditar y proponer.
(Pensando que al inicio de esta legislatura federal ocho diputadas solicitaron “separarse del cargo indefinidamente” para que sean sus suplentes, todos hombres, los que ocupen las curules, lo que a decir de senadoras, diputadas y feministas constituye un fraude a la cuota de género que postula el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales).
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