¿Qué significa para ti ser mujer?, según tus creencias que sí debe y que no debe hacer una mujer?. ¿Te gusta ser mujer?
A continuación encontré algo sobre el tema:
Ser feminista no quiere decir odiar a los hombres, ni por supuesto, ser lesbiana. Tampoco implica renunciar al sujetador, el lápiz de labios, los tacones de aguja y los pendientes. Se trata de reclamar el poder de las mujeres y el derecho de cada una de nosotras a utilizar ese poder según nuestros
propios términos. La que suscribe, por ejemplo, se considera feminista y usa maquillaje de cuando en cuando y sujetador todos los días (y más le vale, dado que no es precisamente una sílfide).
Esa concepción trasnochada que equipara el ideario feminista con la corriente más radical del feminismo histórico es tan absurda como la que asocia nacionalismo a terrorismo: se trata de tomar la parte por el
todo. En nuestra sociedad hemos heredado una visión del feminismo como ideología represora a través de los medios de comunicación –dirigidos sobre todo por hombres– y, según esta visión, una feminista es una mujer difícil. Impera un concepto monocromo, unidimensional, del feminismo que se identifica con el feminismo separatista, la corriente más radical del feminismo de los años setenta que propugnaba que,
siendo el macho el explotador directo de la mujer, ésta debería distanciarse del hombre, “no pactar con el enemigo”. En los noventa se requiere una redefinición, para que deje de existir ese absurdo personaje de
mujer que dice: “Yo no soy feminista, pero... (y a continuación va desglosando los puntos fundamentales del ideario feminista, uno por uno) ... pero aspiro a ganar igual que un hombre, pero no me gusta que se me juzgue sólo por mi físico, pero creo que los medios de comunicación presentan una imagen falsa de lo
que es la mujer, etc, etc, etc...”. Resultaría gracioso si no fuese aterrador el hecho de que la mayor parte de las mujeres que están de acuerdo con el ideario feminista no se identifican a sí mismas como feministas.
El feminismo se engloba dentro de una ideología progresista en la que también se integrarían la lucha contra el racismo, la xenofobia o la homofobia, es decir, una ideología que asume que a todos los seres humanos han de corresponderles los mismos derechos sin distinción de sexo, raza, opción sexual,
religión o credo.
En el imaginario popular, una feminista es la mujer que quiere ser más fuerte que los hombres, o
que quiere vivir sin hombres o que quiere ser un hombre. Pero para mí una mujer feminista no se define
en absoluto según su relación con los hombres, sino según su relación consigo misma y con el resto de la
población en general. Feminista es la mujer que quiere ser considerada y tratada como un ser humano y
pretende conseguir ciertas medidas sociales que se lo garanticen: control de su cuerpo, incluyendo el derecho
a la anticoncepción y al aborto, el fin de la discriminación social y salarial, permisos de maternidad,
guarderías subvencionadas... Feminista es la mujer que se plantea el derecho a disfrutar de su propio
bienestar y que desea ser juzgada como un individuo antes que como miembro de un grupo con una sola
personalidad, una sola función social, un único camino de acceso a la felicidad. La feminista es la mujer
que considera que tiene valor por sí misma, y no como medio para conseguir los objetivos de otros: sus
fetos, sus hijos, su familia, sus jefes o sus compañeros sentimentales.
Los planteamientos y reivindicaciones del movimiento feminista, o de lo que se ha dado en
llamar posfeminismo, tercera ola feminista o feminismo del poder (versus feminismo de la diferencia),
esto es, las reivindicaciones de una serie de mujeres que han crecido en una sociedad que ya asume,
teóricamente pero no en la práctica, la igualdad de derechos y deberes de hombres y mujeres, propugnan
un orden social más equitativo que redundaría en beneficio de todo el sistema, no sólo en el nuestro
propio. No hemos venido a proclamar la lucha de sexos, sino a abrir un debate acerca de la necesidad de
replantear la vigencia de unos roles obsoletos sobre lo que en nuestra sociedad se considera masculino y
femenino, que lejos de ser producto de una tendencia natural son construcciones sociales destinadas a
reforzar la separación artificial entre hombres y mujeres, a apuntalar una distancia creada para mantener
una estructura de poder desequilibrada e injusta que nos perjudica a la postre a ambos sexos. En las tres
últimas décadas las construcciones de género que se habían mantenido durante milenios se se han hecho añicos. Las mujeres, en su voluntad de redefinirse, han obligado al hombre a hacer otro tanto. mas... en archivo adjunto.
Feliz día, hora, minuto, segundo, etc.
Abracitos.QUÉ SINGIFICA SER MUJER.pdf
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