FENG – SHUI significa “viento y agua”. En su sentido literal hace referencia a la topografía de la tierra, a sus montañas, a sus valles y vías fluviales, cuyo tamaño, forma, dirección y nivel son creados por la continua interacción de estas dos poderosas fuerzas de la naturaleza. Para las personas de origen chino de todo el mundo, el Feng Shui es una práctica mística que combina la antigua sabiduría con la tradición cultural: un conjunto de conocimientos que proporciona directrices a seguir en las diferentes situaciones que nos depara la vida.
Las leyes del Feng – Shui se utilizan, por ejemplo, para reconocer diferencias entre zonas auspiciosas y desfavorables, y facilitar instrucciones para ubicar casas y diseñarlas de forma que la vida del propietario se vea mejorada de forma sorprendente y exitosa.
En el hogar, una ubicación favorable establece relaciones armoniosas entre marido y mujer, proporciona buena salud, atrae abundancia y prosperidad y ayuda a crear buena reputación. En la cultura China, en la que la vida familiar y el hogar son muy importantes, se cree que el buen Feng shui ayuda a tener hijos buenos y cariñosos que atraen honor al nombre de la familia.
Esta técnica tuvo sus orígenes en China hace ya más de 4.000 años, y su práctica cuenta con una gran trayectoria en todo Oriente. En otras partes del mundo también han surgido ideas similares en uno u otro momento de la historia. El concepto de que el “espíritu” o la atmósfera de un lugar afectan al bienestar es muy popular; pero el Feng Shui se ha convertido en un sistema integrado y complejo de teorías y prácticas que contemplan casi todos los aspectos de la vida humana.
La premisa fundamental del Feng Shui se basa en que todo nuestro alrededor, hasta los detalles más pequeños en muebles y decoraciones, puede favorecer o perjudicar nuestras metas de vida. A través del conocimiento de las corrientes sutiles de energía que fluyen por el cuerpo y por todas las cosas del universo, podemos comprender nuestro medio laboral y social para alcanzar nuestras metas.
Los principios básicos se han desarrollado a través de los siglos. El concepto del YIN y del YANG describe dos grandes tipos de energías que vinculan al entorno con las personas. Los CINCO ELEMENTOS y las OCHO ORIENTACIONES depuran este concepto para desarrollar un sofisticado conjunto de principios y así comprender la forma en que la energía se desplaza a través de la casa y del medio ambiente inmediato y cómo afecta a todos los aspectos de la vida.
Aplicar estos principios a la propia vida y a las circunstancias personales, nos ayudarán a conseguir un empleo o a comprender por qué hemos perdido uno. Nos puede ayudar a decidir el mejor momento para emprender un viaje, embarcarnos en una nueva empresa o en una nueva relación, y qué dirección tomar. Puede ayudar a distender relaciones familiares violentas o a allanar el camino para encontrar un camino de vida o un socio para los negocios. Puede hacer que un trabajo resulte más productivo y el tiempo libre más provechoso.
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