La formación de tropoelastinas propias, dentro de nuestro cuerpo, necesita de una alimentación rica en aminoácidos esenciales, y en especial del llamado "Lisina", que se encuentra en grandes cantidades en las proteínas de origen marino, estas contienen  mucha Lisina, que es el aminoácido que sirve de adhesivo a las tropoelastinas para unir, tensionar y fijar nuestros tejidos, es decir, es el elemento que proporciona a las tropoelastinas todas sus propiedades de solubilidad en agua y de formar uniones con otras elastinas, células, tejidos y huesos. Además contribuye en la belleza de nuestra piel, pues es la base de las uniones entre otras tropoelastinas y elastinas en la capa interna de nuestra piel llamada dermis. Cuando el daño acumulado en nuestra piel es significativo y se expresa como flacidez, arrugas y líneas de expresión, podemos aliviar esos síntomas aplicando tropoelastinas sobre nuestra piel.  Adicionalmente a las proteínas de origen marino, no debemos olvidar el diario consumo de frutas y verduras, pues ellas nos proporcionan los minerales, flavonoides, cofactores y vitaminas que nuestros cuerpos necesitan, para poder producir nuestras propias tropoelastinas.