La violencia se produce en todas las clases sociales y en todas las clases económicas, incluso en aquellos de alto nivel cultural, aunque generalmente se hacen público los maltrato de mujeres de bajos recursos, pero si hacemos el análisis de datos obtenidos en despachos de abogados privados, encontramos que muchas de las mujeres que acuden a separarse pertenecientes a clases sociales acomodadas, han sido objeto de malos tratos físicos y psíquicos.
Existen distintos tipos de maltrato:
Maltrato físico.
Algunas mujeres pueden creer que merecen las golpizas por alguna acción equivocada de su parte. Otras mujeres se abstienen de hablar sobre el maltrato porque temen que la lastime aun más en represalia por revelar "secretos familiares", o posiblemente por avergonzarse de su situación.
Violación en una relación íntima.
En muchas sociedades, la mujer no lo define como una violación si está casada o vive con el agresor.
Violencia sicológica o mental.
Esta incluye maltrato verbal en forma repetida, acoso, encierro y privación de los recursos físicos, financieros y personales. Para algunas mujeres, los insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional quizá sean más dolorosos que los ataques físicos. Se ha informado que las mujeres opinan que el peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma sino la "tortura mental" y "vivir con miedo y aterrorizada".
La mujer maltratada que sale del círculo de la violencia tendrá que recuperar todas las pérdidas emocionales, psicológicas y físicas inherentes a la vivencia de la violencia.
Sólo el 5% de los malos tratos familiares son denunciados, es decir sólo se denuncia el maltrato cuando es brutal, muy reiterado o sale a la luz pública cuando ya es demasiado tarde. Existen condiciones importantes que temen las mujeres maltratadas, por lo que no denuncian el maltrato:
* La dependencia económica y afectiva de la víctima con el agresor.
* El miedo.
* La no aceptación del fracaso matrimonial o de pareja, queriendo sostener la relación hasta límites insoportables.
* La falta de conciencia de estar siendo maltratada (solo se debe denunciar cuando hay lesión). El sentimiento de culpa a la hora de denunciar el padre de sus hijos.
* El desánimo al ser conscientes de que no va a servir para nada.
* Falta de recursos económicos.
* No tener donde ir, etc.
* La falta de respuesta de la propia familia de la víctima y de las Instituciones en general.
* La ocultación del problema por vergüenza.
* La baja autoestima de la víctima que impide dar respuesta a la agresión.
* La tolerancia del maltrato por parte de la víctima.
¿Por qué retiran las denuncias?
Muchas mujeres retiran la denuncia, casi siempre por miedo y bajo amenazas. Un factor que hay que tener también presente es la dificultad que tiene la víctima de probar los hechos, estos siempre se producen en la intimidad, sin testigos o con testigos que dependen del agresor por razones de parentesco. Tampoco le resulta fácil a la víctima llevar testigos de la agresión tales como vecinos, ya que normalmente no quieren ir. Dado que los mecanismos legales no actúan con rapidez, la mujer maltratada debe irse del domicilio familiar con sus hijos a una casa de un familiar, de una amiga, o a una casa de acogida, mientras el agresor queda en el domicilio y en libertad.
Generalmente, cuando la mujer hace el retiro de la denuncia y vuelve con el agresor, éste se siente reforzado por el regreso de su víctima (hace lo que quiere, de todos modos ella siempre vuelve). Se siente con autoridad para reiniciar, en algún momento, comportamientos violentos puesto que sabe que la víctima le pertenece.
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