El amor es el sentimiento más noble y más puro, y pese a ello, también es el sentimiento más difícil de comprender.
Muchas veces se escucha decir “me gusta estar con él/ella porque es una persona muy buena, pero no quiero enamorarme”.
Y en muchos casos, no es porque no les guste la idea de amar y ser amadas… sino más bien porque ya están en otra relación.
Parece que la vida pone trampas, ¿o nos las ponemos nosotras mismas?
Para sufrir por un amor aunque se sabe que es un imposible.
La mayoría de veces, la relación extramatrimonial, o la relación fuera de la pareja actual comienza dando señales. Señales que debieran poner a la mujer en alerta. Cuando se empieza a sentir que esa persona le gusta más de lo que debiera, o cuando se empieza a extrañarlo más de la cuenta, ese debiera ser el momento preciso para alejarse de la persona a la que se sienten atraídas. De lo contrario, podría llegar a convertirse en una serie de acontecimientos, que aparte de que le harían sufrir, nunca tendrían otro final que no sea la separación, el dolor y las lágrimas.
El amor verdadero no es un sentimiento pasajero, ni algo que puede esfumarse en el momento que así lo decidamos, con el amor no se juega. ¿Por qué buscarlo en la persona equivocada?
Los hombres y mujeres que se entregan a una aventura, aún prometiéndose a sí mismos que no quieren llegar a enamorarse,
que no se permitirán amar, deben saber que eso mismo puede llegar a sucederles. Puede suceder, y sucede.
Aunque intenten no enamorarse, se enamoran. Al menos uno de ellos: por el acercamiento, por los detalles, por los momentos compartidos, y por todas las emociones que implica el compartirlos con alguien prohibido.
Siempre he pensado que amar es un sentimiento muy fácil de poner de manifiesto, entonces ¿por qué lo complicamos entregándonos a ese hermoso sentimiento, en la dirección incorrecta, en la dirección donde la otra persona sólo está pensando en sí mismo si sabemos y sentimos que ese amor no está siendo correspondido? Y lo sabemos, porque lo que empezó con la idea de no enamorarse empieza a doler en las noches solitarias y frías, en fechas especiales, y sientes envidia de las parejas en un parque,
o simplemente duele imaginarlo en los brazos de quien él sí ama, sabiendo que nunca será tuya, porque él está entregado a otra, y es un hombre “ajeno”.
Y te sigue doliendo el amor, porque te has enamorado de quien no te ama, te has enamorado de quien ama a otra mujer que ocupa su corazón, su tiempo, su razón y su todo.
Te sientes por el suelo y te resulta más cómodo dormir en él, descansar en él, después de todo piensas que si ya estás caída nadie puede botarte de nuevo.
En este mismo momento, deja de ser la amante que no está contemplada en los planes futuros de un hombre, pregúntate si en realidad eres feliz, si ese mundo que te has inventado es en el que quieres quedarte hasta que a él le de por cambiarlo.
Levántate mujer, piensa que tu felicidad no depende de un hombre, aprende a ser feliz sin pareja, y si éste es casado, con mayor razón aléjate.
Sólo cuando te sientas feliz en tu día a día, encontrarás el amor libre, sereno, y limpio. El hombre que encuentres tendrá que ser tu complemento, alguien con quien se impulsen mutuamente, no alguien en quien dependerás por mucho tiempo y que al final sólo te dejará sin importarle si dependes de él o no. Toma otro rumbo en tu vida, toma la decisión de ser feliz, con amor de pareja o sin él. ¿O eres tan ingenua como para pensar que ese hombre dejará a su esposa, su hogar y sus hijos por ti?
que opinais.....
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