Hoy quiero traer a la consideración de todos, el bien y la paz que nos reporta tener como compañeros de viaje en el trabajo diario a personas sensatas, bondadosas, inteligentes y generosas. Si tu compañero/a de trabajo es un hermano/a para ti, te reconforta, te comprende, te aconseja y te ofrece su mano amiga, ya te ha tocado la lotería. Pocas cosas gratifican tanto como un compañero de fatigas, fiel, afectuoso y sincero nos pueden ayudar más, saber que puedes contar con alguien que te brinde sus oídos, sus palabras de amistad y su sonrisa en el trabajo es un ser que tiene un valor incalculable.
Si tienes la suerte de contar con ese amigo/a del alma en tu trabajo, me gustaría que hoy le felicitases y le ofrezcas tu mejor sonrisa, tus mejores palabras, que hagas que se sienta de la misma manera, con eso contribuyes a que vuestro trabajo se haga con más disfrute y amor.
En el día a día pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo, ¿no crees que merece la pena valorar a los grandes compañeros de trabajo que se convierten en parte de nuestra familia e incluso a veces son nuestra única familia del alma?
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