Aunque el cansancio a veces me rinda, aunque sienta el corazón partirse,
por más que mi lucha no alcance aún su victoria y las batallas parezcan perdidas,
aunque mis pies, por momentos se detengan
y no parezcan dispuestos a seguir el camino
y la oscuridad, me impida, por momentos ver,
aunque las mañanas no siempre sean claras,
ni las noches estén siempre colmadas de estrellas,
aunque el agua del río corra turbia y su caudal no
baje cantando,
yo estaré ahí, fuerte y de pie y cantaré,
para aturdir algún dolor, para apagar algún fuego,
para aclarar alguna oscuridad,
para echar a volar los pájaros,
que quedaron atrapados,
para regar mi jardín con amor,
para ver la sonrisa de mis hijos, que me llena el alma,
para vivir intensamente, todo lo que amo, para no morir en intento alguno, hasta que la llama, hasta que el aliento se consuman
para siempre.
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