mujeres con negocio propio
Muchas dueñas de negocios miran el ser empresarias con diferentes preocupaciones e intereses que sus contrapartes masculinos.
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Aunque algunas están interesadas en grandes organizaciones rentables, muchas otras prefieren que sus nuevas compañías sean pequeñas, amigables y fáciles de administrar, pues crecer significa hacerlo también en estructura, y las mujeres escogen permanecer con empresas pequeñas para evitar el manejo de una estructura que requiera una administración complicada y una cultura que pudiera impedir el apoyo, amén de ser rígida, complicada o limitada.
El gusto de ser dueñas
Las mujeres comienzan sus negocios por diversas razones. Independencia, flexibilidad, zafarse de limitaciones corporativas y la libertad de tomar el riesgo son, normalmente, los principales factores motivacionales para quienes deciden comenzar su propio negocio. Desde luego, esto no descarta otros intereses: muchas buscan satisfacción personal, un cierto balance en sus vidas, ampliar sus horizontes, el respeto que obtienen en el ramo, la emoción de crecer y la oportunidad de aprender cosas nuevas.
Aquellas que se atreven a establecer sus propios negocios lo hacen para crearse un futuro seguro y escoger su forma de vida. Muchas tienen una misión comunitaria, la cual planean apoyar o financiar. Otras quieren proveer buenos trabajos y un futuro seguro para sus empleados dedicados.
Encontrar una mejor forma de hacer llegar servicios o marcar una diferencia en la vida de mucha gente, con frecuencia están al principio de la lista. Si la empresaria mide el éxito estrictamente por las ganancias del negocio, con frecuencia le será difícil permanecer concentrada. Sin embargo, si el éxito lo mide por la experiencia, y no sólo con estadísticas, el camino se vuelve más claro y fácil y de seguir.
Por el hecho de mantener su libertad y flexibilidad, las empresarias puede ser verdaderamente creativas y seguras de sí mismas. Y si se crean un medio ambiente que propicie relaciones respetuosas, pueden concentrarse en el desempeño y la rentabilidad de su negocio. Esto no es fácil, pero para las mujeres es esencial... y las recompensas definitivamente valen la pena.
y tu que opinas chaitro paty de ramos
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