En todas las épocas del año puede darse la sensibilidad dental, aunque es más frecuente en otoño y en invierno. Hace unos meses te contábamos a través de nuestro programa de radio semanal qué puedes hacer para tener unos dientes menos sensibles. Hoy queremos ayudarte con un pequeño resumen para que puedas resolver tu problema de sensibilidad dental o, en el caso de que no la sufras, prevenirla. Te interesa termoformadora dental, cuchillo de cera dental eléctrico, calentador cera, calentador de cera para laboratorio dental.
La sensibilidad dental es ese dolor o molestia que sentimos en los dientes ante un estímulo, bien sea por contacto (al cepillarnos), por temperatura (alimentos muy fríos o muy calientes), o ante estímulos químicos (fundamentalmente ácidos o alimentos muy dulces).
La sensibilidad dental produce una molestia que dura un tiempo, generalmente corto, y luego vuelve a la normalidad. Es muy frecuente (se cree que afecta a 1 de cada 7 personas), y suele aparecer en situaciones cotidianas (comer, beber, cepillarse los dientes).
La sensibilidad dental se debe, fundamentalmente, a la pérdida del esmalte, y la llamamos erosión. El esmalte es esa fina capa “cristalina” que cubre nuestros dientes (su parte externa, lo que llamamos corona), y que los aisla y protege. Dentro del diente, está la dentina y la pulpa (o nervio) del diente. En la raíz, además de dentina, tenemos cemento, todo ello cubierto por ligamento periodontal y encía.
Otras pueden ser las causas de la sensibilidad dental, a parte de la erosión del esmalte. Tener las encías retraídas o pequeñas lesiones de caries son las otras dos causas más frecuentes por las que puedes notar sensibilidad dental. Comprueba que tu encía no está más baja de lo normal, no está inflamada y tiene el color y la forma adecuada. Si tienes dudas, acude a un especialista en encías para que pueda ayudarte.
¿Por qué se puede perder el esmalte del diente y tener sensibilidad dental?
Cuando comes muchos alimentos ácidos: frutas como la naranja u otros cítricos, las fresas, el kiwi, yogurt, el vinagre, etc.
Cuando tomas en exceso bebidas ácidas, como las de limón u otros ácidos, las que llevan burbujas (bebidas carbonatadas) o el vino.
Por los ácidos del estómago, en pacientes que tienen hernia de hiato, o que tienen tendencia al vómito o regurgitación frecuentes.
Un cepillado incorrecto, excesivo o con un cepillo duro.
Si aprietas los dientes porque eres bruxista.
¿Qué remedios caseros existen para mejorar la sensibilidad dental y proteger el esmalte?
Éstos son algunos consejos que pueden ayudarte a hacer frente de una manera sencilla a la sensibilidad dental.
Evita, en lo posible, el consumo excesivo de los alimentos que erosionan el esmalte, y que hemos visto en el apartado anterior: alimentos ácidos y bebidas con gas, deben consumirse con mucha precaución si tienes sensibilidad dental.
Aumenta el consumo de alimentos “protectores”, como las espinacas o los plátanos, que tienen oxalato y mejoran la sensibilidad dental.
Aumenta el consumo de alimentos con calcio, como los productos lácteos (ojo, que el yogurt, además de lácteo es muy ácido y debes moderarte en su consumo). Los quesos o la leche, sí son lácteos seguros para tu sensibilidad.
Utiliza,para cepillarte los dientes, un cepillo adecuado. Ojo con los cepillos de cerdas duras, que erosionan mucho más. Elige uno de dureza media o suave. Y utiliza seda dental o cepillos interdentales para limpiar entre tus dientes.
Utiliza una pasta de dientes especial para dientes sensibles. Estas pastas deben contener además de flúor, nitrato potásico, que hará que los poros expuestos de de tu dentina y esmalte se hagan más pequeños.
Asegúrate de que tu sensibilidad dental se debe a la erosión del esmalte y no a un problema en tus encías. Visita a tu dentista o periodoncista con regularidad, no te olvides. ¿Sabes lo que es la enfermedad periodontal?
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