20% de las mujeres que dan a luz, padecen Depresión Posparto (DPP) sin importar su edad, religión, cultura, raza, educación o nivel socioeconómico.
Los síntomas pueden ir desde la tristeza y la ansiedad, pasando por la dificultad para vincularse con el bebé, hasta deseos suicidas y/o de hacerle daño a su hijo.
Afecta no solamente a la mujer, sino también al bebé, a la pareja, a la familia y a todo su entorno.
Con el tratamiento adecuado, es temporal y se puede alcanzar una completa recuperación. Si no se atiende, puede convertirse en un padecimiento crónico y/o tener graves consecuencias.
Si crees que tú o alguien cercano puede padecer DPP, hay un Grupo de Apoyo donde te pueden ayudar.
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