Cuando vivimos envueltas en el ayer, en ese pasado que tanto nos lastimó, nos olvidamos de que en la vida existen cosas bellas, momentos bellos, olvidamos que aún podemos encontrar un mundo de ilusiones con tan sólo despertar a esa vida que se nos ha vuelto monótona y vacía. Esa vida en la que vivimos quejándonos del pasado, que todavía por decisión propia nos empeñamos en retener en nuestra mente y corazón.
Si has sufrido amargas decepciones, si un día te enamoraste de aquel hombre que creías tu ideal, tu pareja perfecta, pero con el paso del tiempo te diste cuenta que no todo era color de rosa… á Si pensaste que ese amor era para siempre porque así estaba en tus sueños desde el momento mismo en que diste aquel “sí” ante el altar, creo que es tiempo de volver a tomar el futuro en tus manos y empezar a construir tu propio mundo, tu propia vida, dejando atrás sinsabores y desengaños.
Es triste el saber que viviste una vida llena de desengaños, de tristezas, de frustraciones, muchas veces de vejaciones y engaños, de golpes, de malos tratos y cuando por azares del destino tuviste la oportunidad de salir de esa vida, no logras dejarla en el olvido y sigue ahí latente en ti, quejándote siempre de lo malo que viviste, reviviendo la infelicidad de tu vida pasada sin tomar en cuenta que de ello procreaste hijos bellos que fueron producto de esa relación, buena o mala, que a lo largo del tiempo si tú sigues empeñada en quejarte de ese ayer, tus hijos se sentirán que fueron producto de malos tratos que no fueron concebidos con amor, porque sabes bien que ese amor existió cuando decidiste unir tu vida a esa persona que hoy te empeñas en recordar.
La vida es tan corta, tan difícil como para perder el tiempo en lamentaciones inútiles,
en quejas constantes y repetidas, en buscar culpables de lo que a ti te ha sucedido.
Si en cambio, desde el momento mismo en que se rompió esa relación, tuviste la oportunidad de salir de esa vida, que se note en ti ese cambio, que el rostro triste de ayer dibuje hoy esa sonrisa bella que te da el saber que estás libre del pasado, que tu futuro y el de tus hijos depende tan sólo de ti, de tu constancia y entrega, de tus sueños que aunque ya no sean compartidos deben estar en tí siempre y perdurar para que eso te de motivos para vivir una nueva vida y con ello elevar tu auto estima y caminar por el mundo con esa constancia misma que te da la fuerza de sentirte mujer plena y segura de ti misma.
El pasado es eso mismo: sólo pasado y no debe interferir en tu presente, deja atrás todo lo que te haya dañado, deja atrás los desamores y desengaños y concéntrate en ti,
en volverte una mujer fuerte y capaz de enfrentar al mundo entero con esa entereza que te da la libertad y la espera de volver a encontrar un buen amor que te llene de felicidad y sea para ti al fin el culminar de tus sueños de mujer, de tus esperanzas de tener a tu lado alguien que te ame con fuerza y convicción, con alegría y sobre todo que cada despertar sea para ti, el comienzo de una nueva vida feliz y plena.
No hay que dejarnos envolver por el pasado. El pasado está muerto y enterrado, no tiene regreso posible, vive el presente que es lo único que tienes y lo que al final importa más, y sobre todo… trata por todos los medios de buscar esa felicidad que está tan cerca de ti y a la cual por tener tan presente tu pasado triste, no le das la oportunidad de llegar a ti.
Con mucho amor para ustedes,
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