Una vez soñamos que aquel amor sería nuestra pareja para toda la vida,
pero el destino es así, juega con nosotras y hoy nuestra realidad es otra.
Y no es que se ame menos lo que hoy se tiene, sino que ya se sabe amar, todo es más con medidas, ya no nos lanzamos al vacío sin paracaídas, lo pensamos más, lo analizamos mucho más… y así debe ser, esos amores locos, amores tan violentos, quizás incluso amores sufridos que en su momento nos destrozaban. Hoy ya es sólo un hermoso recuerdo del pasado, un amor que nos trae un aroma, un revivir de emociones cuando escuchamos una canción. Éstos son amores que nos hacían soñar, que nos hicieron abandonar muchas cosas de nuestras vidas, pero que simplemente no eran para nosotras.
De esos recuerdos hay que sacar lo mejor. Aprendimos a amar, a sufrir, a llorar y a desesperar porque todo cuando queríamos no lo podíamos lograr. Hoy, ahora que somos mayores, pensamos en esos amores como algo bonito pero que no podían ser por diferentes motivos de los que sólo nuestro corazón sabe las respuestas.
Pero díganme que no fue lindo vivir con toda ese tremendo cúmulo de emociones, ¡claro que valido la pena! Y si hoy lo recordamos es porque seguramente fue un buen amor, una buena persona, y Dios nos tenía preparado otro destino.
Pero es lindo recodar y volver a sentir la nostalgia y alegría que tuvimos aquellos años.
¿Qué piensas? ¿Has tenido de esos amores que nunca se olvidan?
Las quiero mucho,
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