MISOGINOS

diferencia que existe entre este término y el machismo. No debemos confundirlos. Del mismo modo, expondré una clasificación de hombres misóginos, desde el punto de vista de una reconocida autora, quien elaboró una pequeña lista, basándose en una serie de atributos y diferencias, que catalogan a los tipos misóginos en varias clases.


Para comenzar es necesario recordar que: 


El misógino se define, en pocas palabras, como aquél que odia a las mujeres…


Resulta irónico, pero muy a su pesar, un misógino depende de las mujeres irremediablemente; las necesita para poder odiar, para poder desatar su furia y su rechazo. Es una psicología tan complicada como contradictoria: "te necesito porque te odio” o también “te odio porque te necesito"


Por consiguiente, ¿A los misóginos se les olvidará que son hijos de una mujer? o, ¿será por eso que son misóginos?, ¿Se nace así o aprendieron a odiar al sexo femenino  con el transcurso del tiempo, por las experiencias de vida o por simple gusto? Si se nace, ¿es entonces genético? Y si con la vida se han vuelto misóginos, ¿cuál fue la causa?, ¿Por qué los hombres se vuelven misóginos? ¿Por represión sexual?, ¿Porque tuvieron una madre demasiado dominante? o, ¿por temor al poder de las mujeres?... ¿Cuántas categorías de misóginos existen (si es que se pueden clasificar de alguna manera)?
 
 
Misoginia y machismo: No significan lo mismo
Comúnmente se confunde a la misoginia con una forma extrema de machismo.


La misoginia no consiste en ser partidario del predominio del hombre sobre la mujer, sino en pensar que el hombre debe liberarse de cualquier tipo de dependencia del género femenino. La mujer, y como consecuencia la concepción y la familia, son consideradas como aberrantes y rechazables, o en todo caso, tal vez buenas o necesarias para otros, pero no para un misógino.


El machismo nace de la convicción de que las mujeres son inferiores y están obligadas a ser como quieren los hombres, y a prestarles a ellos servidumbre doméstica y sexual. Funciona con mecanismos como la marginación, la cosificación, el hostigamiento y el maltrato, frecuentemente con el disfraz de la benevolencia y hasta del afecto. Para el paternalismo, las mujeres son incapaces de racionalidad, dependientes, débiles y sumisas por naturaleza, y por ello están obligadas a ser delicadas, abnegadas y necesitadas de protección y alabanza (Melchor Ocampo hizo de estos prejuicios, funciones laicas de Estado, paralelas a las de la Iglesia).


La misoginia es conjugación de temor y odio a las mujeres, traducida en diversas formas, sutiles o brutales, de inferiorización, ridiculización, exclusión y violencia. Este poderío patriarcal también lo ejercen algunas mujeres sumisas. Se funda en la certeza de que sólo los hombres podemos ser plenos y normales, mientras que ellas son incompletas, extrañas, anormales, diferentes y por lo tanto inferiores y peligrosas. 


Admitámoslo, no hay nada más triste que un hombre que se dice inteligente, sea misógino. 


El misógino considera ciertos todos los defectos que desde el púlpito, la escuela y la tv se le adjudican a las mujeres, y les reprocha que ninguna posea todas las virtudes que la religión (cualquiera que sea), el Estado y la tradición (estereotipos) establecen que son de ellas por determinación divina o genómica.
 
¿Para qué necesita un misógino a una mujer?
La necesita por dos razones primordiales:
 
* Para agredirla, para lastimarla y para cobrarle su sola existencia.


* Para castigarla y hacerle sentir que es un ser despreciable.
 
 
 
El misógino no elige una serie de mujeres, solo busca una para enseñarle quién es quién en la vida.


La vida con un misógino siempre engendra violencia, acoso y también un gran sufrimiento y dolor. En su mayor expresión y patología son aquellos que acaban por estar violentando y asesinando a las mujeres, en casos extremos, pero que continuamente observamos en muchas partes del mundo.
 
Pero vayamos a la vida de todos los días. Los misóginos están al acecho de dar muerte a todo lo que a la pareja le de placer. No importa si es ir al cine, ver una puesta de sol, salir de vacaciones o pasear al perro. Lo importante es matar el goce, el deseo y las ganas de vivir. Por supuesto que las mujeres de los misóginos siempre se encuentran o al borde de la locura o rayando el estrés, la depresión, la ansiedad y un gran temor y pánico frente a las reacciones de su desgraciado amor.


Los hombres misóginos son los que se caracterizan e insisten en mantener a “su mujer” bajo su autoridad, control y protección.


Este tipo de hombres por lo general no aceptan la superioridad intelectual de su pareja, disfrutan enormemente haciendo llorar a una mujer, y se sienten plenamente halagados y hacen alarde cuando sus compañeras sexuales le ruegan, le piden disculpas frecuentemente, le suplican, y le dicen que no pueden vivir sin ellos.
 
Los misóginos también se caracterizan por que ellos si pueden ser infieles empedernidos, pero no son capaces de tolerar una infidelidad de sus parejas, y hasta las amenazan de muerte (muchas veces cumpliendo sus mortales advertencias: “Si no eres mía, no serás de nadie más”) 


Cuando se casan, estos hombres son muy manipuladores con sus esposas, y las tratan de convencer que ellas son “la pequeña maravilla”, “la reina del hogar”, que él la hace "dichosa como mujer”, “que nadie la va a querer y hacer feliz como él”, “que él es el único que la complace en todo”, “que otras mujeres la envidian por estar con él”, “que él es el amo y dueño de su ser”.


Algunos misóginos pueden aparentar ante los demás como los más románticos del mundo, pero cuando están solos en casa, por el más mínimo pretexto se convierten en toda una “bestia”, y fácilmente pierden el control: gritan, vociferan, humillan y hasta golpean a su pareja haciéndola sentir culpable de sus reacciones violentas. Luego, “aparentemente”, se arrepienten y buscan la reconciliación, pero para sus adentros se dicen así mismos “qué bueno que reaccioné así, para que aprenda y la próxima vez me respete y sepa quién es el que manda y tiene el poder”. Como podemos ver, estos hombres son sumamente posesivos, controladores y celosos, muchos no lo dicen pero lo tienen estampado en el cerebro, los pasivos-agresivos.


Los misóginos tienen una voz fuerte, son controladores y además se dan el lujo de agredir, de silenciar, de criticar; las mujeres siempre salen muy mal libradas. Se sienten dueños de la vida de su mujer o mujeres, en el caso en el que tengan hijas, siempre las denigran, las aplastan y las desvalorizan, aunque sea sutilmente. Ellas no tienen derecho de existir en un mundo de hombres.
 
 
Por si fuera poco son solapados por madres egoístas que solo ven su bienestar... ¿Será que por eso se volvieron misóginos?


La crueldad es uno de sus aliados, siempre tiene la palabra o el comentario hiriente para su compañera. Primero  necesita a la mujer y entonces es un gran seductor y por supuesto que después, por "pásame la sal", reacciona con una furia incontrolable y lleno de ira. Es un depredador emocional.


La mujer no logra salir de su turbación y a veces se somete, otras se rebelan por momentos, entran en furia y quieren sacar toda su indignación, pero el misógino tiene siempre armas más poderosas para destruir la vida en pareja. Amenaza, agrede, lastima, hiere.


 
Clasificación de los misóginos.
La escritora mexicana Guadalupe Loaeza, quien es autora de numerosos libros en los que ironiza acerca de la clase alta mexicana, distinguió  8 tipos básicos de misóginos, evaluando sus comportamientos, expresiones, formas de pensar y de actuar con las mujeres. 


A continuación presento las categorías, con una breve descripción de cada uno de ellos. No obstante, podríamos afirmar que dentro de esta clasificación, muchos hombres misóginos podrían combinarse entre sí, pues toman atributos de una o más divisiones de las enunciados en esta resumida lista.
 
Quién mejor que las propias mujeres para calificar si esta lista es idónea, se acerca a la realidad, o bien, hace falta extenderla…¡¡Ustedes dirán!!


1) Misógino closet:
Es aquel que no se manifiesta como tal pero siempre se ríe de los chistes antifeministas. Este hombre insiste en mantener a la mujer bajo su autoridad como una protección necesaria de su propia debilidad. Si es soltero o divorciado, acostumbra salir con mujeres mucho menos preparadas que él, más jóvenes e ingenuas. Por lo general no acepta la superioridad intelectual de ninguna mujer. Para él todas son mediocres y tiende a clasificarlas de la siguiente manera: la bonita es siempre tonta, la inteligente es fea y la bonita e inteligente es de cascos ligeros. Por añadidura, aquéllos que pertenecen a esta categoría siempre están cambiando de pareja y son, naturalmente, hipócritas. 


2) Misógino edípico:
Este tipo de misóginos aman y desprecian a su madre. La aman cuando está de mandil haciendo sus platillos favoritos, cuando le tiene sus camisas planchadas y sus trajes impecables. La aman cuando calla a sus hermanas porque él está hablando. La aman cuando dicen: tengo seis mujeres y un hijo. La aman cuando critica a su cónyuge y no le reclama cuando se la pasan las copas. ¿Bajo qué circunstancias odian a la madre? Cuando opinan políticamente, cuando no responden al papel tradicional de lo que debe ser una madre mexicana, cuando sus"cuates" bromean con ella, cuando no les muestra lealtad absoluta y si acaso es viuda o divorciada, no soportan que tenga novio. 


3) Misógino agresivo:
Este machín no nada más agrede verbalmente, sino que muestra su hostilidad hacia las mujeres, a golpes. Cuando bebe es capaz de insultar hasta la misma Virgen de Guadalupe. Por lo general son muy adictos a la pornografía; para ello se valen de películas, de fetiches y de revistas tipo Penthouse, Hustler y Lui. Acude frecuentemente a los table dances y engaña a su mujer hasta con la portera del edificio. Disfruta enormemente haciendo llorar a una mujer. Pero lo que más goza es cuando la esposa y sus amantes le ruegan, le piden disculpas, le suplican, le prometen no volverlo hacer y le dicen que no pueden vivir sin él. No obstante que es un infiel empedernido, le dicen a su compañera en turno: si me engañas, te mato. Y adoran a la que les responde: pero si tú me engañas, yo me muero. En el fondo odian la dependencia que tienen con las mujeres. 


4) Misógino tradicional:
He aquí algunas frases de su eterno discurso: Las mujeres están mejor en su hogar. Una mujer intelectual no es una buena esposa. La educación universitaria y la ambición personal hacen de ellas malas esposas y malas madres. La medicina no es una buena carrera para las mujeres. Las mujeres no pueden leer todo tipo de libros. Las mujeres que están siempre demasiado arregladitas y no se les mueve ni un solo pelo son frívolas y tontas. 


5) Misógino cobarde:
Esta categoría resiente cualquier tipo de independencia de las mujeres como una agresión personal. Entre más independientes, realizadas e inteligentes, más las odia. No permite que las mujeres escapen de su papel tradicional y condena dicho comportamiento como una violación de la naturaleza básica de la mujer. Está convencido de que la mujer es física, mental y moralmente inferior. Está tan arraigada su misoginia que constantemente lo traiciona: en sus conversaciones, en lo que escribe, en sus preferencias de lectura, en sus juicios respecto a mujeres destacadas y en la manera en que se relaciona profesional y emocionalmente. 


6) Misógino manipulador:
Si es casado este hombre convence a la mujer de que es una pequeña maravilla, una pequeña reina y una pequeña estrella de su hogar. Le recuerda constantemente lo dichosa que la ha hecho: ¿Quién la quiere a mi mujercita? ¿Quién la hace tan feliz a esta muñequita? ¿Quién le da gusto a mi chaparrita en todo? ¿Quién es la envidia de todas sus hermanas? ¿Quién es su rey y el dueño de su corazón? ¿Quién la hizo mujer? ¿Quién es mi consentida? ¿Quién es la dueña de mis quincenas? ¿Quién pompó (sic) esa piedrota que trae en su dedito? Si es soltero, le aconseja, mirándola directamente a los ojos, que llegue virgen al matrimonio; la besa con los labios apretados, no obstante siempre le está contando chistes de doble sentido. Si no los entiende, le cae mucho en gracia. Pero si lo entiende, se enoja con ella. Si es divorciado, le habla de sus relaciones pasadas apoyándose en este tipo de expresiones: Todas son iguales. Todas van detrás de lo mismo. Todas son unas calenturientas sin escrúpulos. Y todas son horizontales... 


7) Misógino convencido:
Aquel que pertenece a este tipo de misóginos no tiene ningún conflicto. Se asume como tal. Para él esta actitud es casi, casi como una postura ideológica. Es como ser racista o antisemita. Constantemente se apoya en la Biblia y en las teorías de filósofos como Nietzsche, Schopenhauer y Hesíodo. Igualmente están de acuerdo con escritores como Oscar Wilde. Asimismo, han estudiado a Freud y, como él, han llegado a la conclusión de que nunca llegarán a entender a la mujer. 


8) Misógino culpíjeno:
Contrariamente al grupo anterior, éste tiene culpa, es Hamletiano: ¿Ser o no ser misógino? Si no lo soy, ¿seré menos macho? Y si lo soy, ¿soy injusto? Cuando incurre en esta actitud tan negativa, termina por pedirle perdón a su mujer. Sin embargo, le recuerda que él es el hombre de la casa, que él es el que trae el dinero al hogar, y que él debe de ser su prioridad. Si permite que su mujer trabaje, siempre le estará haciendo notar que la casa está muy desordenada, que nunca está con los niños y que la siente lejana. Se apiada de las madres solteras, pero eso sí, a sus hijas les dice: A mí nunca me vayan a venir con su domingo 7. De lo contrario, se me van de patitas a la calle. A pesar de que admira a las mujeres profesionistas y muy liberadas, no estaría dispuesto para votar por una mujer para presidenta


 
¿Cómo saber si estoy en pareja con un misógino?
Ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, pero repetir algunas de las señales de alerta, una y otra vez, es necesario y hasta vital:

* Ante sus ojos, jamás haces nada bien. Puedes ser sujeto de burlas y humillaciones.
* Te expresa sin tapujos que no sirves para nada y además eres muy inútil.
* Tienes la culpa de todo lo que pasa en la relación y en tu familia.
* Tú lo provocas, se burla de ti y te pone en ridículo en frente de otros.
* Eres responsable de sus ataques de furia, tú lo provocas todo el tiempo, pocas veces acepta su culpa.
* No puedes tener una vida libre, no puedes trabajar, estudiar, ver a tu familia o a tus amistades, o tienes que pedirle permiso para todo, avisarle pues no confia en ti.
Te acusa con frecuencia de ser infiel, aunque no exista un motivo aparente.
* Te amenaza, te restringe el dinero y además controla tu forma de vestir.
Sus amenazas son que se llevará a tus hijos y que te dejará en la calle.

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Enviarme un correo electrónico cuando me contesten –

Respuestas

  • ¡Dios! Al leer cada tipo de misógino pude visualizar un ejemplo real en mi mente.

This reply was deleted.