¿ Me comentaba una buena amiga que a ella en lo personal le gustaba mucho usar escotes en su vestuario y que por nada ni por nadie del mundo iba a prescindir de ellos, no piensa dejarlos, aunque se lo pidan o se lo exijan. Por supuesto ella ha tenido problemas graves con su familia por esta causa: Con sus padres, con sus hermanos varones, con sus tíos, con casi todos los hombres de la familia y también con algunos miembros femeninos de la misma, pero…
Ella asegura que todo eso es compensatorio con la alegría y el orgullo que le generan tantos piropos que recibe en su trabajo, en las fiestas, con sus amigos y amigas, en la calle por donde va pasando y hasta con los vecinos que no dejan de admirarle su belleza pronunciada de la cintura para arriba en primer lugar y luego el resto (jeje).
Sin embargo a mi amiga le preocupa algo muy importante: ¿qué va a pasar cuando le llegue la edad y los años se le vengan encima? Hasta el sacerdote de la iglesia de su comunidad le ha prohibido ir a los servicios religiosos con sus escotes que según ella, le lucen hermosos y por supuesto le hacen sentir bien, muy sensual, hermosa, muy sexy, muy mujer y una dama espectacular.
Los escotes por supuesto se han puesto de moda todos sin ningún recato: Algunos son ovalados, otros cuadrados, otros rectangulares, amplios, cómodos, holgados, colgados y sesgados, etc. pero todos son atractivos en el pecho de una mujer que quiere lucir seductora, exuberante y por supuesto más coqueta y más femenina, pero…
Hay de escotes a escotes amigas queridas; y no hay duda de que lo mismo pueden lucir hermosos por delante que por la espada, dependiendo de la figura que los lleve puestos y por lógica, también habría que ver el lugar, la ocasión y hasta la intencionalidad…
“OJO” aquí hay un detalle importante:
Hay chicas que tienen muy bien logrado su cuerpo físico y su pechonalidad (jaja), es exquisitamente generosa, son el centro de todas las miradas de propios y extraños, pero hay otras mujeres que no tienen mucho que mostrar por más sostenes de esponjas sintéticas que se pongan… ¡Sus bubis lucen como para llorar o sentirse de vacaciones!… ¡Qué horror meterse dentro de un escote! y a más de uno dejan muerto o con la boca abierta, pero de la risa, caray… ¿Qué necesidad hay de hacer el ridículo? o lo que es peor, gastar dineros que no se tienen, esforzándose por comprar un lindo vestido que trate de realzar la figura que ya ni en sueños podrá tenerse.
¿Qué esto suena cruel?, Sí; sí amigas, suena cruel de mi parte, pero más cruel sería que nadie se atreviera a hablarles con la verdad, cuando se pueden evitar miles de decepciones, frustraciones y vergüenzas que se callan a veces por no lastimar susceptibilidades, pero, a ver: Corríjanme ¿ustedes no se sienten agradecidas cuando alguien se acerca a vuestro oído y muy quedito les dice: “Oye mujer, traes de fuera el tirante del sostén”, “Se te desabotonó la blusa”, “Se te bajó el cierre del pantalón”, “Súbete las faldillas que se te ven toditas” “Acomódate la comadre reina, que se ve todo el pezón” etc.
Siento que no está por demás amigas queridas, darnos a la tarea de implementar una buena dosis de prudencia (que por cierto no abunda mucho en nuestro mundo), con el ánimo de no parecer ni aparecer ante los demás, como mujeres inmorales. Si hay que usar escotes (que es innegable se ven hermosos), pues hay que usarlos con recato, y de paso darnos el lujo de dejar “algo” a la imaginación de las miradas masculinas, ¿no lo creen ustedes así?
Espero sus valiosos comentarios,
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