Alegría, tristeza, ira, miedo y vergüenza, son las cinco emociones básicas que rigen al ser humano, mismas que aparecen posterior a un estímulo.
Cada emoción siendo auténtica sirve, el problema está cuando se actúa. Por ejemplo alguien que está enojado pero finge lo contrario y no saca lo que trae dentro. Aunque se dude, es un problema serio, porque al final la emoción real “cobrará intereses”.
Una persona que se traga los enojos va a somatizar, a enfermar su cuerpo. Como se producirán muchos ácidos gástricos el estómago se inflamará, se presentará una colitis, gastritis o úlcera. Además el páncreas segregará insulina de más y habrá mayor predisposición a una diabetes, a un cáncer de cólon o estreñimiento.
Hay quienes no tienen más que una emoción, no saben estar alegres y nada más sienten coraje, por todo se enojan y como consecuencia se vuelven neuróticos. Si un día tienen algo para estar felices lo echan a perder porque ellos quieren seguir enojados y sin darse cuenta se están enfermando física y emocionalmente al no ser auténticos y demostrar lo que realmente sienten.
El problema de ocultar los sentimientos es tan serio que hasta la estructura corporal se llega a modificar, por ejemplo: Hay personas que tienen el cuerpo ancho de arriba y delgado de abajo, estos son los que se guardan el coraje y los enojos. Los masoquistas tienen el cuerpo a la inversa: delgados de arriba y gorditos de abajo, con unas caderas muy anchas parecieran que caminan sentados, la cadera se les mete hacia delante, generalmente lo que esconden es la agresividad que los vuelve hasta jorobados.
Los que tienen el cuerpo como pera son los paranoides, quienes lo transforman, porque van acumulando estrés en cierta parte del cuerpo moldeándolo de esa forma. En cambio los esquizoides son de cabeza grande y cuerpo pequeño, “esos que miras en la calle y parece que flotan, porque al caminar casi no tienen movimiento”. La cabeza es lo que más resalta de ellos ya que todo lo que no pueden sacar lo canalizan en esa parte del cuerpo. Y por último está el rígido, aquél que es equilibrado, el que no almacena nada y está manifestando todo su sentir y las emociones, camina firme, fuerte y seguro, nada lo distrae ni le preocupa.
Entonces, como se pueden dar cuenta el no sacar lo que realmente se siente puede traer múltiples consecuencias, es verdad que en ocasiones no se puede hacer en el instante en el que se siente, pues tal vez no se esté en el lugar indicado, pero se tienen 24 hrs. para exteriorizarlo y no dejar que afecte. La mejor forma de controlarlo es haciendo una canalización, por ejemplo si se está muy enojado y no puede hablar, hágaselo saber a la persona, reconozca la emoción “porque en el momento en que haga eso, el inconsciente ya no podrá hacerle la jugada y pasarlo a segundo término, ahí lo tiene, es como ponerle pausa para tratar de serenarse y manejar la situación”.
Detecte el mal, si no lo hace difícilmente podrá controlarlo. Si tiene mucho miedo, inscríbase en un lugar donde le enseñen a explorar, como en los Boy Scouts para que le ayuden a sobreponer lo que está sintiendo. Si el problema es que hay mucha alegría reprimida, que por lo general ésta es la que menos se disimula, pues no la piense y váyase a la fiesta, el detalle en todo esto es desplazarlo de manera consciente.
En caso de no poder lograr esto por sí sólo, es válido pedir ayuda a un experto en salud mental, de seguro él lo guiará por el mejor camino.
espero que le sea de gran ayuda amig@s
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