Para mí es difícil, mucho aceptar que he tenido problemas con la violencia. Mi violencia. Me ha tomado tiempo y aún continúo haciendo cosas distintas que me hagan cambiar mi comportamiento. Y es difícil pero se puede. La pareja masculina también padece esta situación de la violencia tanto en el noviazgo como ya en una situación estable. Y sigue siendo el problema de dos personas. Para ellos es más avergonzante aceptar que su mujer o novia los violenta, y callan. La cuestión de los estereotipos y que el hombre no debe llorar, o debe mostrar sus sentimientos arrendra esta vergüenza. En mi caso, no sólo basta reconocer el problema, sino cambiar, y el cambio de verdad que cuesta pero vale la pena. ¿Qué piensan ustedes?
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