¿Es cruel la vida contigo?
Muchas veces son nuestras propias expectativas acerca de la vida y de los demás lo que nos hace sufrir.
Esperamos que nuestra pareja nos trate de la manera que nosotros estimamos correcta, y le criticamos por no tratarnos de ese modo. Esto nos lleva a la tristeza, tal vez porque no nos dice que nos ama del modo que nosotras deseamos que lo haga, o simplemente porque al verle callado pensamos que seguramente su silencio sea porque está pensando en otra persona.
Si lo pensamos, nos damos cuenta de que no es la pareja la que provoca el sufrimiento: es nuestra propia mente, las expectativas que tenemos de la vida y las personas de nuestro entorno.
Muchas veces pensamos que la vida es cruel, que nada en nuestro mundo vale la pena, porque la idea que tenemos de nuestra propia vida es toda felicidad y perfección. Todavía no hemos sido capaces de aprender que las rosas son hermosas, pero tiene espinas; no hemos aprendido que todas las personas tienen diferentes formas de amar y diferentes formas de expresarlo. En lugar de aceptar la forma de amar y de expresarlo que tiene nuestra pareja, tendemos a criticarle y a acusarle por su “frialdad”, por no ponernos la debida atención. Y así, acabamos buscando un amante, “porque te hace sentir emociones que hace mucho tiempo tu esposo ya no te da”.
La vida hay que aceptarla tal cual es, con sus altas y sus bajas, sabiendo que nada es eterno,
que hay momentos hermosos que se graban con tinta endeble, pero también hay caídas y acontecimientos dolorosos que son difíciles de aceptar. Pero debemos aceptar esos momentos, porque sólo por medio de la aceptación podremos adaptarnos a la situación.
Debemos aceptarnos tal cual somos, y aceptar a los demás de igual manera. No aceptarles para lastimarnos, sino para poder enfrentar el reto que son para nosotras.
¿Cómo podemos parar el sufrimiento?
¿Cómo podemos vencer el miedo y el llanto que muchas veces se apodera de nosotras?
Generalmente después de una ruptura sentimental, no hay otro tema de conversación que no sea todo lo que se sufrió mientras estuvo con él, y todo lo que aún sufre porque no puede estar sin él. Esto mismo puede apreciarse en esta página, por ejemplo, cuando tratamos temas educativos hay mucha menor participación, muchos menos comentarios. Pero cuando se trata de amor, especialmente del desamor, del abandono, infidelidad, y hasta de amantes, la participación es marcada, porque necesitamos derramar el dolor que sabemos podemos cambiar.
Por lo general cada problema es una oportunidad en la vida,
porque siempre existe una solución. Todo humano es producto de sus propias reacciones.
¿Qué podemos hacer?
Si quien tanto se ama, se fue con otra, llora, guarda duelo, tomate tu tiempo, pero sigue adelante, la vida es tuya, los pensamientos son tuyos y los puedes dominar.
Si alguien cercano a ti se muere, ¿qué haces?
Lloras, te lamentas, pasas la etapa de duelo y guardas un recuerdo hermoso para siempre, pero sigues con tu vida lo más normal posible.
Si quien tanto amas no te dice que te ama,
ni te satisface, déjalo, no busques un amante antes de terminar con tu relación actual.
Entreguémonos a la reflexión, viajemos dentro de nosotras mismas, y nos daremos cuenta que muchos de nuestros sufrimientos, y mucha de nuestra felicidad, es un estado mental que podemos gobernar de acuerdo a la aceptación de nosotras mismas y de otros tal cual somos. Gocemos de las rosas y no nos lamentemos de las espinas, porque estas siempre estarán allí.
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