Gracias a la magia de los sueños, yo puedo escalar un arcoiris para empaparme de sus colores y con ellos, pintar mi vida de armonía.
Gracias a esa magia, yo me relajo, me inspiro y pienso lo fácil que es hacer tantas cosas, cuando la realidad es otra. Esta magia hace de la escritura un escaparate donde me puedo expresar libremente, sin que nadie me juzgue.
La magia de esos momentos, me permite colgarme de mis sueños fuertemente, sin miedo a nada y pensando en un mejor mañana.
La magia de mis íntimos sueños, los más secretos, me hacen volar por el cielo como un ave para llevarle versos a mi amor que se encuentra lejos.
La tranqulidad que me producen mis sueños, hacen de mí, una mujer llena de fé que camina por la vida tomada de la mano de la esperanza.
Estos sueños tan míos, me permiten ver más allá de las ilusiones, más allá de las fronteras de mi propio corazón, más allá de mis limitaciones, porque creo fielmente en Dios.
La magia de los sueños, me pone más romántica, más intensa...aunque mi corazón tiembla al extrañar a mi amor, pues es inevitable querer estar con él.
Los sueños que desde niña tengo, están a la espera de acariciar realidades, porque la niña hace mucho tiempo se fue y ellos aún siguen aquí, en el eco de mi alma y en mi cuerpo de mujer...sí, de mujer.
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Corazones, les agradezco su cariño...Un fuerte abrazo.
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