El fenómeno corresponde a todo el trabajo invisible que permite que funcione con eficacia un ambiente domestico. Antes de hablar de compartir las tareas en pareja, se trata de todas las pequeñas cosas en las que las mujeres piensan continuamente. Pensar que pronto ya no habrá papel higiénico y que hay que añadirlo a la lista de la compra, que hay que pedir cita al medico para la vacuna, comprar los billetes de tren para vacaciones, encontrar un traje blanco y negro para la fiesta de fin de año, renovar las inscripciones para las actividades de los niños…
Para poder dedicarse a estas cosas, o incluso para delegarlas, lo primero hay que pensarlas, y es aquí donde Emma, autora de un comic sobre el tema que podra adquirirse y se ha convertido en viral en Facebook, denuncia: a menudo es la mujer sola la que tiene que pensar en todo, cuando su pareja se pone en actitud pasiva y encuentra lógico que se le tenga que pedir que haga las cosas. La mujer se convierte en el “manager del hogar”.
Este fenómeno fue descrito por la socióloga Susan Walzer en 1996, en su estudio titulado “Thinking About The Baby”. Tras entrevistar a 23 parejas que habían tenido hijos en los 12 meses anteriores, deducía que las mujeres asumen el peso de la educación del niño y el mantenimiento del ambiente domestico ya en el plano mental, emocional e intelectual.
La socióloga constata que las mujeres se preocupan, organizan y delegan más que su pareja. Incluso cuando las tareas domésticas se dividen por igual con el padre, son ellas las que establecen la lista de cosas por hacer.
Antes de hacerse viral en Francia, el tema ya fue objeto de polémica en EE.UU. el pasado diciembre, cuando Ellen Seidman, mamá de tres niños, compartía en su blog un poema sobre el tema: “Soy la que se da cuenta de…”. Y explicaba: “La pasta de dientes se ha terminado, y también el colutorio sabor a goma de mascar y el hilo dental”. “Soy yo la que se da cuenta de que… no quedan barritas de cereales, meriendas, fruta seca o legumbres, y tantos snacks que nos salvan la vida”. Y enumeraba todos los pensamientos estresantes que cada día se añaden a la to do-list mental de las mujeres.
Un fenómeno que se percibe distinto según el momento vital
La mujer parece perseguida por el fenómeno de la carga mental en cada momento de su vida: sea en el noviazgo, la recién mamá o la madre experimentada.
Camille, 30 años y madre de dos niños pequeños, comenta: “Antes de casarme y tener niños, ya sentía esto en las cosas sencillas, como comprar la pasta de dientes, pensar en la decoración del apartamento… tengo la impresión de que los hombres tienen la tendencia a dejarse llevar desde el momento en que empiezan vida de pareja“. Y sin embargo, admite que esto no le afectaba, hasta que llegó el primer niño.
Emma describe el círculo vicioso en el que quedan atrapadas las mamás jóvenes. Mientras el papá vuelve al trabajo apenas dos semanas después del parto (en los países más afortunados), la madre se encuentra con todo un abanico que cosas que hacer para gestionar el día a día del recién nacido. Cuando vuelve al trabajo, la mujer prefiere seguir haciendo esas cosas en vez de delegarlas al padre… simplemente por hacer antes.
“Durante el embarazo, toda la carga mental reposa naturalmente en la madre, pues es ella quien lleva al niño. Es ella quien toma las citas de las ecografías, quien es seguida por el médico…”, añade Camille. “Durante el permiso de maternidad, dado que tiene todo el tiempo para dedicarse al niño, se pone en marcha una dinámica: se tiene tiempo para comprar su rapita, preparar las viandas y hacer las visitas médicas. Pero el padre no se da cuenta necesariamente del grado de implicación que representa esta carga mental. Al final, una se siente incomprendida. Después de nacer mi segundo hijo, yo percibía que esta carga se convertía en algo agobiante, y estaba tan cerca del burn-out que estaba deseando volver a trabajar”.
Justo es al volver al trabajo cuando la situación se vuelve insostenible, pues la mamá encuentra agotador compartir la carga mental personal y profesional. Para Camille, “a pesar de todo, intentamos mantener la carga mental para sentirnos conectadas al niño. Pero hay que saber soltar y actuar rápidamente desde la vuelta al trabajo, antes de encontrarse totalmente hundidas”.
Es por esto importante la labor de la mujer para mantener un hogar que es un yt rabajo extra aparte de sus tareas laborales ¿que piensan ustedes?
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