Es difícil. Hace rato que intento explicarme y ya he empezado y borrado varias veces el artículo. A ver si ahora me sale...
Como todo el mundo he tenido algunas relaciones "pequeñas", cortas en el tiempo y que no llevan a nada serio. En cuanto a relaciones importantes sólo dos.
La primera fue de las que te hacen sufrir mucho. Me casé jovencita, en aquellos momentos era lo que se solía hacer, porque era la única manera que teníamos las chicas de salir de la esfera de dominio de los padres (pero pasábamos a estar "a las órdenes" del marido). Siempre digo que mucha gente de mi generación se acabó divorciando porque al haber echado a correr sin mirar hacia donde nos habíamos estrellado contra una pared. Ese fue mi caso.
Tuvimos un hijo, yo maduré porque las circunstancias lo exigían, mientras él parecía cada día con menos ganas de afrontar responsabilidades. El camino fue duro para mí --por el momento no quiero entrar en detalles--, y justo cuando el niño cumplía 6 años, él se marchó de casa. Como estaba muy enamorada, lo pasé fatal. Yo nunca le habría dejado a pesar de la vida que tenía a su lado.
Aquí hay una laguna de más de 7años sin pareja. Alguna tontería nada más. Y cuando ya creía haber perdido todos los trenes... apareció "él".
¿Puede una persona enamorarse en la frontera de los 60 años? En aquel momento yo tenía 40 y él 60. Y si. se puede. Amar con serenidad, con madurez, con respeto hacia el otro, y a la vez con ternura y pasión. Mi pareja actual es tan distinto en la manera de ser, en la forma de tratarme, que hace bueno el refrán de "vale más tarde que nunca".
Solamente espero que, a pesar de las penas que inevitablemente han surgido y surgirán, seamos cada día más felices durante todo lo que nos quede de vida
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