Actualmente existen diferentes tipos de férulas dentales y pueden solucionar todo tipo de problemas: posición de los dientes, bruxismo, sonrisa apagada… Pero no todas las férulas son iguales. ¿Qué son exactamente y cuál necesito?
Las férulas dentales son fundas que se adaptan a la boca del paciente. En algunos casos tienen un tamaño estándar y en otros están diseñadas a medida. Esto dependerá del uso que le demos a cada férula. Te interesa piezas de mano dentales, motor para implantes dentales, compresores libres de aceite para uso dental, calentador de cera para laboratorio dental, unidad radiologica dental
Usos de las férulas dentales
Existen diferentes tipos y aplicaciones de las férulas dentales.
Para tratar el bruxismo. En este contexto se conocen como férulas de descarga, ya que impiden la mordida y descargan la tensión que acumulamos al morder. De este modo se evita la presión que provoca el bruxismo, un hábito que suele ser inconsciente y nocturno.
Para alinear la sonrisa. Es el otro uso estrella de las férulas: ortodoncia invisible. La gran ventaja de este tipo de ortodoncia es que permite retirar los aparatos para la higiene y para la comida. Además, al ser invisible resulta casi imperceptible por los demás. Este tipo de ortodoncia es cada vez más solicitada por los pacientes, que quieren preservar la estética de la sonrisa durante el tratamiento.
Para blanquear los dientes. Este uso de las férulas es menos conocido. Consiste en llevar férulas bucales que blanquean los dientes de forma cómoda y rápida. Este tipo de blanqueamiento dental requiere un seguimiento profesional regular.
Para proteger la boca. Hay deportes de contacto que pueden provocar golpes y traumatismos en los dientes. Para proteger la boca de estos golpes existen diferentes tipos de férulas de descarga; algunas se adaptan a la boca del paciente y otras están hechas a medida.
Cuidados de las férulas dentales
Llevar una férula de descarga requiere un tiempo de adaptación. Especialmente en los casos de ortodoncia, durante los primeros días es habitual sentir molestias o incluso roces en la boca. También pueden provocar un exceso de salivación. Pero en general acostumbrarse a las férulas no conlleva demasiados días. En todos los casos es fundamental cuidar las férulas a diario. La acumulación de placa bacteriana y bacterias en las férulas puede provocar infecciones en los dientes y las encías.
En este sentido conviene lavar las férulas periódicamente. Pero, ¿Cómo? Existen limpiadores efervescentes especiales para las férulas. También se pueden limpiar con un cepillo a parte. Si tienes cualquier complicación o duda con la férula, es fundamental acudir al odontólogo para que las revise.
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