Este año comencé a cumplir una meta que me había propuesto durante
muchos años consecutivos, leer y leer mucho. Ahora lo estoy logrando,
me he propuesto leer alrededor de un libro y medio cada semana, no
sabes lo que ha significado para mi y los viajes tan maravillosos que
emprendo cuando comienzo un nuevo libro.
Te cuento esto porque gracias a uno de los libros que leí hace un poco
más de un mes hoy hablaremos sobre el impacto de las emociones en la
vida laboral.
Generalmente todas las personas que alguna vez hemos trabajado en una
empresa o con otras personas nos hemos dado cuenta que no es fácil
manejar este tipo de relaciones, muchas veces conocemos a alguien que
tendremos que ver a diario en jornadas que a veces superan las 8 horas
y que en muchas ocasiones dependeremos de su trabajo o él del nuestro
y desde el primer día simplemente “no nos cayó bien”.
Explicar de manera profunda y casi científica las emociones y porqué
suceden no es nuestro objetivo pero si quiero dar algunos conceptos
básicos para que entendamos el porqué suceden las cosas y cómo podemos
mejorar.
Las emociones tienen mucho que ver con nuestra personalidad ya que de
esta depende nuestro estado de ánimo, motivación, rendimiento, y la
actitud que tengamos frente a los conflictos. Una personalidad fuerte
puede asegurarnos reacciones bruscas, actitudes agresivas y demás, por
otro lado una personalidad sumisa tendrá un efecto totalmente
contrario.
Pero así como las personas tenemos una personalidad definida, también
tenemos temperamento y W. Sheldon propuso tres tipos de temperamento
que tienen diferentes manifestaciones en la personalidad:
· La vicerotonía tiene características como relajación, tolerancia,
sociabilidad, gusto por la comodidad, cortesía y facilidad en el
trato.
· La somatotonía incluye particularidades como intrepidez,
asertividad, energía, agresividad competitiva, deseo de aventura,
indiferencia al dolor riesgo y actividad física.
· La cerebrotonía comprende una intensidad cerebral exagerada,
aproximada al recelo, la inhibición y evitación de la interacción
social, hipersensibilidad al dolor, postura y movimientos
restringidos, restricción física y emocional y tendencia a la
privacidad.
Todas las personas tenemos algo de estos tres tipos de temperamento,
sin embargo hay personalidades que tienen unos más marcados que otros.
Por lo anterior es importante que reconozcamos nuestra personalidad y
nuestro temperamento y busquemos ubicarnos en puestos, empresas,
labores y/o trabajos que se adapten a nuestras formas de ser y
nuestras emociones. O bien aprender a manejar de una manera
inteligente éstas independiente del ambiente en el cual estemos.
Lorena Panesso
http://mentesmillonarias.es.tl
Colombia
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