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La mayoría de los problemas dentro del matrimonio, relación de pareja o convivencia, obedecen a la falta de comunicación y consenso, pero sobre todo por los problemas económicos  El hombre no le participa a su pareja que es lo que hace con el dinero, los proyectos que tiene, en que esta ahorrando y para que, cuanto gana realmente, etc. lo que viene a provocar que la mujer piense que posiblemente tenga una amante o este malgastando el dinero con sus amigos, lo cual viene a generar conflictos por la falta de confianza y comunicación; de igual manera en hombre se pregunta si todo el dinero que le entrega a su pareja lo gasta realmente en las necesidades del hogar o no lo administra bien. 

Pero no solo es la desconfianza en como y para que se gasta el dinero que nace de la falta de comunicación entre las parejas sino por el afán hacia las cosas materiales antes que lo que verdaderamente importa como es el amor, la relación, la comprensión, el apoyo mutuo. 

Cuando pregunto a una pareja que traten de recordar cual fue el problema más grande que tuvieron hace seis meses y por el cual sintieron que de no resolverlo se les iba la vida y luego de unos instantes de meditar me responden que no se acuerdan, surge la interrogante de entonces porque nos afanamos por esos problemas? y esa es la realidad de la vida;  en el decir popular se refiere siempre "los problemas que tienen solución hay que dársela y los que no podemos resolver  dejemoslos; pero también en las sagradas escrituras la sabiduría divina nos dice "no afanéis por las cosas de la vida pues cada día trae su propio afán" y a lo que quiero llegar es que siempre discutimos por cosas banales  no ofendemos, nos recriminamos y terminamos hiriendo a la persona que amamos pues cuando discutimos lo hacemos generalmente con ira y decimos lo que queremos pero no lo que realmente sentimos, discutimos porque no hay dinero para la cuota del préstamo  porque no hay dinero para pagar la luz y van suspender el servicio y que van decir los vecinos, porque no hay lo suficiente para comer lo que queremos, en fin por todos esos problemas y sin embargo  aun cuando pasamos necesidades la vida continua, pagamos el préstamo de una u otra manera, reconectamos la luz, no nos hemos muerto de hambre, es decir, al final siempre se solucionan las cosas, en tanto las heridas causadas por las ofensas esas calan hasta el alma y van deteriorando la relación, la confianza y el amor.

Por ello es fundamental que en la pareja exista esa comunicación y apoyo mutuo y no perder de vista que la relación es de dos y no de uno, que no se trata de quien manda, de quien decide, o de quien es la culpa, se trata de que para construir y forjar una relación debe ser mediante el esfuerzo compartido, pues recordemos que una de las finalidades de toda relación es el mutuo auxilio y si solo uno jala la carreta esta termina yéndose de lado o no camina.