Cuando el amor es una adicción. Por Vivi Cervera: ¿Qué está sucediendo cuando sabes que eres parte de una relación de pareja que te va dañando lentamente pero que no puedes dejar de lado? ¿Qué ocurre cuando disculpas la actitud agresiva de tu pareja con el hecho de que tuvo una niñez difícil? ¿Qué pasa cuando te sientes culpable de su abuso? ¿Qué está ocurriendo cuando sufres ese amor permanentemente? ¿Qué sucede cuando te conviertes en su terapeuta en el intento de cambiarlo sin éxito alguno? ¿Qué ocurre cuando quieres terminar esa relación pero la sola idea de hacerlo te hace retroceder? ¿Qué pasa cuando estás en el círculo vicioso de lo/la perdono – me lastima – lo/la perdono – me lastima? Sucede que eres parte de una relación adictiva. Ya sé que no quieres leer esto, ni escucharlo, pero es necesario que reconozcas tu situación para sanarla, debes admitir tu adicción al maltrato para comenzar a eliminar el miedo de quedarte sin esa persona por la que crees sentir amor; necesitas aceptar en tu corazón que eres parte de una relación que va a destruirte lentamente si no le pones freno. Es posible que ni siquiera puedas percibir el daño tan inmenso que te has hecho a ti misma y que te seguirás haciendo hasta que tal vez tu voz interior te haga sentir que es suficiente, que no existe una sola razón para que tengas que poner en riesgo tu integridad física y emocional así como la de tus hijos. Es posible que para ese entonces seas dueña de un corazón ‘roto’ que nada más podrá dar dolor y que será incapaz de amar verdaderamente a cualquier otra pareja que pueda presentarse. Sé muy bien que has intentado dejarlo/a sin éxito alguno y que retomas esa relación con la esperanza de que todo pueda ser diferente si le das otra oportunidad, no obstante con el paso de los días te vas dando cuenta de que es inútil, así como también continúas creyendo que esa relación es lo único que tienes en tu vida y que por eso no puedes apartarte; entonces lloras, te sientes mal contigo, con la vida, te sientes culpable de no alejarte, crees que el tiempo mejorará las cosas y continúas sintiendo miedo de perder tu parte más estable: la que se deja maltratar. Muchas veces has pensado que tu amor puede curar las heridas que lleva en su corazón la persona que te maltrata, pero sabes cuál es el problema real? Que lo que sientes no es amor, por eso no puedes curar a esa persona; eso que sientes se llama terror, pánico de soltar la experiencia que actualmente se identifica con tu niñez, al formar parte de una familia donde el factor común siempre fue el maltrato o la sumisión; de ese modo, inconscientemente creas una base frágil en la cual te apoyas para seguir viviendo y esto es apenas lógico ya que no conoces ni recuerdas el modelo ideal de un hogar. No eres una mujer mala, incapaz o tonta; simplemente elegiste un área en la cual trabajar para superar los inconvenientes que pudieras tener en esta vida y así como experimentas una adicción al maltrato, también pudiste experimentar adicción al alcohol, a la cocaína o pudiste elegir una vida con dificultades laborales, problemas de salud; cualquier reto que te permitiera salir adelante en la rueda de la vida. De hecho muchas mujeres homosexuales que están leyendo esto ahora, pueden sentirse aún más rechazadas por el maltrato que reciben de sus parejas y por la sociedad en conjunto, lo cual agrava aún más la situación de la mujer en el mundo, ya que por razones obvias, este tipo de problemas suelen ocultarse ante los ojos de los demás con una mayor dosis de vergüenza por parte de la persona que ha sido lastimada. No obstante todos elegimos un reto y así mismo de un modo o de otro tenemos las herramientas para superarlo. Recuerda que esa persona de la cual recibes mal trato te conoce muy bien y ha apoyado su vida entera en el cimiento de que tu tolerarás todo lo que decida hacerte, así que tú eres quien decide mostrar su otro yo, ese que se ama lo suficiente como para alejarse de las situaciones que le hacen daño. ¿Cuál herramienta tienes ahora para salir de ese atascamiento? El amor por ti misma. Solamente cuando comiences a experimentarlo tendrás el impulso y la fuerza necesaria para alejar de tu vida el deseo inconsciente de ser maltratada por tu pareja. La mejor manera de comenzar a amarte comienza dentro de ti, no tiene que ver con lo que digan tu familia, tus amigas o la sociedad sino con el cambio que crees merecer. Busca ayuda, decídete a comprender que no tienes porqué tolerar más tiempo el maltrato, da el primer paso. Apóyate en alguien para salir adelante, tú puedes hacerlo. Empieza aceptando que eres valiosa, mírate al espejo cada día y aunque no lo sientas real, comienza declarando lo siguiente: “YO (TU NOMBRE) DECRETO Y AFIRMO QUE AHORA SOY LIBRE DE MI RELACION CON (SU NOMBRE) EN ESTE INSTANTE PERMITO QUE DESAPAREZCA DE MI VIDA LA DEPENDENCIA AFECTIVA DEL MALTRATO, QUE HA ALIMENTADO SIN RAZON MI VIDA. PERDONO AHORA LO QUE NO ME GUSTA DE MI ME AMO Y ME ACEPTO TAL Y COMO SOY ME GUSTO A MI MISMA Y POR LO TANTO LE GUSTO A LOS DEMAS SOY UNA MUJER ATRACTIVA DISFRUTO DE LA COMPAÑÍA DE MI PAREJA IDEAL ME AMO LO SUFICIENTE COMO PARA VOLVER A EMPEZAR EL MUNDO ME MUESTRA LAS OPORTUNIDADES SIN FIN QUE TIENE PARA MI EN ESTE MOMENTO (NOMBRE DE ESA PERSONA) TE LIBERO CON AMOR DE MI VIDA Y TE DEJO MARCHAR PARA SIEMPRE GRACIAS” Espero que luego de afirmar esto frente al espejo, vayas aprendiendo a sentir cada palabra en todo tu ser y de ese modo incorpores el amor verdadero en cada célula de tu cuerpo. Recuerda que no eres la única porque de un modo o de otro todos los seres humanos conocemos la adicción a determinada persona, situación o sensación. Si deseas compartir tu experiencia con los lectores de esta web envía tu historia a mi correo electrónico y yo la publicaré en su momento. Gracias. www.vivicervera.com Copyright, 2009. Vivi Cervera. Derechos reservados de autor.

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