Existen varios tipos de recesión y estos tipos dependen de el hueso interproximal (entre los dientes) y el nivel de recesión de la encía. Los tratamientos pueden variar dependiendo del tipo de recesión. Estos son:
Autógeno (proviene del paladar de la persona)
Alogénico (proviene de un donante, típicamente un cadáver, y se procesa)
Xenogénico (proviene de otro animal, típicamente bovinos o equestres)
Los resultados pueden variar dependiendo del tipo de recesión y pueden tener hasta 100% de cobertura de recesión.
La recesión gingival ocurre cuando la encía y el hueso que cubren los dientes empiezan a empequeñecerse. Las encías suelen reducirse con la edad, motivo por el cual muchas personas creen que no se puede evitar la recesión gingival. Pero la verdad es que las encías pueden reducirse por muchas razones: cepillado demasiado agresivo, bruxismo o enfermedad periodontal.
De no tratarse, la recesión de las encías expone las raíces del diente, lo que provoca dolor y sensibilidad ante la toma de alimentos fríos o calientes. Las raíces expuestas también son más propensas a desarrollar caries dental, pudiendo comportar pérdida dental y enfermedad periodontal.
Cómo prevenir la recesión gingival
No existe ninguna cura para la recesión gingival, pero sí que hay algunos pasos simples que puedes hacer para prevenir la aparición del problema: En nuestra tienda online Athenadental puedes ver todos las pieza de mano de alta velocidad, limpiador ultrasonico, compresores dentales, maquinas de rayos x, pieza de mano de baja velocidad, los cuales facilitarán tu trabajo en tratamientos dentales.
Reducir la acumulación de placa. La recesión gingival suele ser provocada por la enfermedad periodontal. Esta infección comienza con la acumulación de placa, de modo que para evitar su aparición es necesario seguir una buena rutina de higiene oral, cepillarse los dientes dos veces al día y pasarse el hilo dental a diario.
Cepillarte correctamente. ¿Sabías que cepillarse demasiado fuerte los dientes es un problema? Para prevenir la recesión gingival, utiliza un cepillo de cerdas blandas y no presiones demasiado el cepillo. Aplica movimientos circulares cortos.
Utilizar una férula nocturna. Si sufres bruxismo, pregunta a tu dentista por la posibilidad de utilizar una férula dental nocturna.
Visitar al dentista dos veces al año. Las visitas regulares con el dentista te permiten mantener los dientes y encías anos y frenar la recesión gingival en cuanto aparece.
Tratamiento para la recesión gingival
Mientras que existen maneras para frenar la recesión gingival, una vez ha ocurrido no hay una cura para ella. Tampoco vuelven a crecer las encías. El tratamiento para la recesión gingival depende de la cantidad de encía retraída y del daño que ha sufrido el hueso. Si hay el tejido gingival suficiente, el dentista lleva a cabo un escalado y alisado radicular para eliminar la placa y el sarro acumulado.
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