Hace unos días me sorprendía al ver como una health coach, con miles de seguidores, recomendaba a una seguidora tratar una infección de orina únicamente con aceite esencial de orégano. Por lo que he leído, este aceite parece tener propiedades preventivas e incluso antibióticas en el caso de las infecciones urinarias. Pero me parece una imprudencia recomendar solamente este remedio natural, sin ni siquiera saber el alcance de la infección, y no lo lógico (al menos, para mí) cuando hay sospecha de que la enfermedad ya está presente: ir al médico y, de confirmarse la infección bacteriana, empezar un tratamiento con antibióticos. Te interesa unidad radiologica dental y unidad de ultrasonido dental.
También por redes sociales me alarmó ver a otra chica, también asesora de salud, explicar que había decidido no tomar los antibióticos que el dentista le había prescrito para una infección en la boca, porque ya tomaba diariamente un jugo de cebolla y ajo (¿?). Que sí, que estos vegetales tendrán propiedades antimicrobianas, pero entiendo que el médico prescribe esta medicación por una razón.
Obviamente cada uno puede hacer lo que crea mejor para sí mismo, pero hay ciertos casos en los que me parece muy imprudente recomendar ciertos hábitos o remedios, porque pueden tener consecuencias graves en la salud de las personas. Una infección bacteriana que no se trata adecuadamente, puede acabar complicándose.
De ejemplos como estos, tengo muchos e incluso de más graves. Y obviamente, todos podemos equivocarnos. Yo la primera. Pero creo que deberíamos ser lo más prudentes posibles cuando hablamos de salud y transmitimos consejos.
En este contexto, hace tiempo que veo a muchas chicas recomendar un producto llamado carbón activo para blanquear los dientes de forma natural. Por lo que he visto en fotos y vídeos, consiste en mojar el cepillo de dientes en una especie de polvo negro (el carbón activo) y lavarse los dientes del mismo modo que lo haríamos con un dentífrico normal. Después, hay que volverse a cepillar los dientes con la pasta dentífrica habitual. Eso sí, la mayoría utilizan una sin flúor, aunque esta es otra moda que daría para un nuevo post.
La cuestión es que el blanqueamiento dental con carbón activo se ha expandido a nivel mundial, especialmente mediante las redes sociales. Pero, ¿es realmente es un tratamiento fiable y saludable?
Lo que se sabe es que el carbón activo se utiliza para purificar agua, para absorber sustancias nocivas del organismo en caso de envenenamiento y que tiene un uso médico importante en hospitales. Sin embargo, expertos en salud dental, como el odontólogo Iván Malagón, aseguran que no es un remedio para blanquear los dientes nada recomendable, a pesar de que en las publicaciones virales se hable de equilibrio del pH de la boca y la eliminación de caries.
El doctor Malagón afirma que esta fórmula de blanqueamiento no ha sido validada ni desaprobada por la Asociación Dental Americana (ADA), ya que no se ha llevado a cabo ninguna prueba al respecto. Por ello, los expertos solicitan no utilizarla hasta saber cómo afecta internamente a los dientes, tanto a corto, como a largo plazo. Miembros de la ADA han mencionado que, al no conocer el poder de absorción de este material, se podría estar deteriorando el esmalte, el elemento más duro del organismo que garantiza la protección de los dientes y cuya pérdida es irreversible.
Según el doctor Iván Malagón, para un blanqueamiento dental, es fundamental acudir a una clínica odontológica especializada en estética dental para que se realice un estudio personalizado del estado de los dientes y las causas que han podido modificar su color original. De acuerdo con nuestras características físicas, se selecciona un tipo de tratamiento que puede incluir un blanqueamiento o el recurso de colocar carillas, si además de blanquear queremos disimular otros problemas estéticos causados por anomalías de la coloración del diente. Por ejemplo, como consecuencia de ciertos medicamentos como las tetraciclinas”.
Asimismo, lo más importante para mantener una sonrisa blanca es tener una buena higiene bucodental, evitar el tabaco y reducir aquellos alimentos y bebidas que tiñen los dientes.
Sin embargo, no debemos olvidar que el color de los dientes original no es el blanco ‘nuclear’. Su tono viene determinado por la dentina, esa parte del diente, que junto con la genética, son las encargadas de dicho color amarillento y natural. En ese sentido, tampoco hay que recurrir al limón o el bicarbonato como remedios caseros para blanquear los dientes, porque también pueden dañar el esmalte.
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