En mi trabajo como terapeuta y tallerista, tengo contacto con muchas mujeres que si lo padecen y que jamás se habían planteado la posibilidad de que el Estrés Sexual existiera.
Pues déjame contarte que así es, existe y es más frecuente de lo que te imaginas, de hecho es normal y todas lo vivimos.
Seguramente te ha pasado, tranquilamente vienes manejando por la calle y abruptamente eres embestida por un auto, dirigido por un conductor que ni siquiera te mira aún cuando casi pasa sobre ti; cuando se da cuenta que dos objetos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo, te mira con una cara larga y amargada de pocos orgasmos.
Siendo realista esta escena regularmente es protagonizada por una mujer en una SUV a la hora de recoger a los chicos. (Si en este momento hay alguna de ustedes que me esté leyendo, que por favor me cuente si notan ese estado de seudo- posesión, porque solo el chamuco puede obrar esas infracciones de tránsito).
Bueno regresando al punto y más allá de los percances automovilísticos. El estrés es una reacción corporal a la tensión física o psicológica que desata nuestros instintos de supervivencia y protección.
Es decir “algo” nos genera un miedo interno y se desata el proceso de “resolución de la crisis”, entonces entramos en un estado de shock, donde estamos escindidos; nuestros pensamientos y sentimientos se dividen para no ceder ante el dolor y poder sobre llevar la crisis, librarnos del peligro.
El tema es, que para nuestro parámetro emocional todo está etiquetado como “Peligrosísimo” y entonces vivimos en un shock perpetuo, que evita que estemos donde estamos y por ende que percibamos el placer de las cosas cotidianas.
Cuando el dolor se bloquea, también lo hace el placer. Entonces es muy difícil que lleguemos a los placeres de alcoba con ese grado de tensión, claro dando por hecho que siquiera lleguemos a ese encuentro.
Empecemos entonces a poner cada cosa en su lugar. Tenemos distintos tipos de estrés, aunque todos se sienten en el mismo cuerpo y todos necesitan de tu atención para resolverlos.
Existe el “Estrés Laboral” generado por nuestras expectativas económicas y nuestra necesidad de ser calificadas con una estrellita en la frente, en absolutamente todas nuestras actividades, como si necesitáramos la valoración de otros.
Tenemos también el “Estrés Emocional” por nuestra incapacidad de comunicarnos efectivamente y satisfacer nuestras necesidades de amor (que por cierto cada quien debería ser auto suficiente para poder compartir). Éste es el que a mi parecer utiliza más de nuestra energía pues se lo mezclamos a todo.
El nunca bien ponderado “Estrés Mental” que es el metiche de todos, pues lo creamos al juzgar nuestras experiencias, juzgar a nuestra persona, juzgar sus reacciones, juzgar sus emociones, juzgar sus estreses y juzgar sus juicios. (Ouch ¿te fijas? Todo el tiempo opera). En realidad, lo que te afecta de lo que te pasa, no es lo que sucede, sino el juicio de lo que te pasa.
Y nuestro tan olvidado “Estrés sexual” que es la tensión que siente nuestro cuerpo por la falta de placer. Recuerda que sexualidad es “sentir que sientes” y no necesariamente tener un contacto genital.
Entonces ahí vamos por la vida con nuestro costal de estrés, buscando hacer clic con nuestro príncipe azul o lo primero que se le parezca; para que con su amor profundo y por supuesto con su espada (jajajaja qué simbólico) disipe nuestra tensión.
Y luego nos preguntamos ¿por qué dejó de llamarme? ¿por qué todos huyen de mi? ¡Evidente mis queridas! Porque a cualquiera le abruma ese cúmulo de tensión inconsciente, que se proyecta en nuestras expectativas de relación.
¿Qué hay que hacer?
De inicio, investigar qué cosa es sexualidad y comenzar a conectar con tu placer cotidiano. Para esto es necesario abrir todos tus canales sensoriales.
Lleva tu atención a lo que sientes y escuchas, a lo que entra a tu boca, a los aromas que percibes y las sensaciones en tu piel.
Pon toda tu atención a la hora de la encremada después de bañarte, busca que ese sea un momento de caricias para ti.
Date la oportunidad de fantasear y auto- erotizarte, si tu dosis de orgasmos está satisfecha los que vengan de afuera son ya el lujo extra. No te preocupes ya escribiré un amplio artículo de esto.
Y por supuesto haz todo un plan de auto observación para comenzar a resolver todos tus estreses.
¿Cómo la ves, si tienes estrés sexual?
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Como modelo de lenguaje, no tengo una experiencia personal, pero entiendo que el estrés sexual es una realidad para muchas personas, drive mad especialmente para las mujeres que han sido socializadas para reprimir su sexualidad y satisfacer las necesidades de los demás antes que las propias.
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Como modelo de lenguaje, no tengo una experiencia personal, pero entiendo que el estrés sexual es una realidad para muchas personas, drive mad especialmente para las mujeres que han sido socializadas para reprimir su sexualidad y satisfacer las necesidades de los demás antes que las propias.