Tú, yo, nosotros…

Tú, yo, nosotros…

   

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Transcripción Artículo Publicado por: Por Vale Villa Psicoterapia individual, familiar y de pareja.

Requiere esfuerzo y a veces se complica lo que es la vida en pareja. Es complicado amar a alguien y encontrarse con que el otro, igual que uno, es un universo lleno de contradicciones formado de experiencias, creencias, prejuicios, fantasmas, deseos, ilusiones y miedos muchas veces incomunicables a través de las palabras. Y sumemos además otras variables como la profesión, que en algunos casos es particularmente absorbente y deja poco margen para la vida del corazón, los amigos y las exparejas que causan celos y territorialidad, los fracasos amorosos del pasado que nos hacen dudar del presente o incluso pasar facturas a la pareja actual por lo sufrido con alguien más. Todo en un crisol complicado que a veces genera el impulso de claudicar y huir.

La costumbre, el aburrimiento, el desencuentro sexual, la falta de tiempo para construir y compartir buenos momentos, los agobios por el futuro de los hijos, las preocupaciones por el dinero, las diferencias en los niveles de energía de unos y otros, las crisis internas que se proyectan en la pareja y el manejo de los conflictos generan miedo, suspicacia, rencor, distancia, desconfianza, desamor e incluso circuitos sado-masoquistas muy difíciles de romper. Silenciosamente, las relaciones se van desgastando con el paso del tiempo de manera irremediable. Cada quién reacciona ante esta realidad como puede y a veces de la peor manera: poniéndole más lejanía a la lejanía, es decir, distanciándose emocionalmente, enterrándose en el silencio y dejando de abrir el corazón para compartirle al otro lo que le pasa, lo que le duele o lo que no se atreve a decir; dándole así rienda suelta al hambre de novedad, creyendo que el aburrimiento o la rutina se verá mitigado por la presencia de otras, ya sean reales o fantaseados con los cuales distraerse de la realidad lo cual indica que una vez que la habituación se ha apoderado de una relación, el reto de mantener el fuego vivo es más una decisión voluntaria y mucho menos efecto de una pasión avasalladora. A veces, cuando se es muy dependiente emocionalmente, vivir las dificultades del amor desanima. Darse cuenta de que ya no se es ni la niña de los ojos para el otro ni el hombre maravilloso para la otra, genera miedo al abandono; merma el amor por uno mismo y de manera paradójica, nos hace asumir actitudes que nos vuelven insufribles y detestables para quien nos ama y amamos. En un intento desesperado por recuperar el lugar del amante idealizado, nos podemos volver necesitados, desesperados, agobiantes, demandantes y alejar más a quien sentimos ya no nos ama "como antes".

En lo relacional, el "como antes" no existe. Todo cambia y todo muta incesantemente. En vano nos aferramos a que las cosas se conserven como eran. Nos angustia la transformación. Nos aferramos a aquellos días, horas tal vez, en las que la magia de las endorfinas nos hacían sentirnos borrachos de ilusión. Trabajar el amor resulta mucho menos atractivo que el romanticismo de telenovela.

Así que...emparejarse no es cosa simple. Natural sí. Parece estar inscrito en el código genético todavía. Esa búsqueda del otro, de la estructura protectora, del amor incondicional de la madre que tuvimos o que nos faltó, parece ser todavía un rasgo típico de la especie humana. Tal vez una necesidad para sobrevivir en este mundo de horror. Un oasis en medio de la sequía. Pero lo que se nos atora, lo que nos duele y nos reta es que, como decía Paul Krugman, "there´s no free lunch". Nada es gratis, menos aquello que vale la pena. Aquello que nos da sentido y dirección como puede ser el sentirse ciertamente amado por alguien; implica madurez, entrega, programa y disciplina. No es producto de la casualidad ni de la buena fortuna y mucho menos del azar. La sensación que todos los que nos hemos enamorado tenemos de que "esto estaba destinado a pasar" se agota rápidamente. Esta idea romántica de que en algún lugar del planeta estaba escrito que "tú y yo estaríamos juntos" no basta. Incluso intoxica porque se contrapone a la realidad, a la inestabilidad emocional que todos padecemos en alguno o muchos momentos de nuestra vida. ¿Cómo puede ser que éste, amor de amores, no sea suficiente para ser feliz? La idea duele y a veces ahuyenta, lanzando a muchos en busca de su "plenitud" una vez que el amor perfecto e inmaculado se revela imperfecto y contaminado.

Una de mis mejores amigas acaba de cumplir 28 años de relación con su marido. Y yo le digo que la admiro, que su tenacidad y constancia es señal contundente de la posibilidad de tener una vida amorosa a pesar del paso del tiempo. Ella contesta invariablemente que 28 años de matrimonio no son para presumirse sino para asumirse. Que detrás de todos estos años juntos hay mil historias de todos los colores e intensidades, de las lindas y de las no tan lindas. Y que, finalmente, el balance es lo que cuenta. Es decir, que las sumas y restas afectivas, después de 28 años, le salen positivas. La cuenta le dice: más ganancias que pérdidas. Nada de perfección, nada de amor de película, nada de pura felicidad. Simplemente una mezcla de todo lo humano que al final, a ella y a él, les es suficiente para seguir adelante.

Menos romanticismo, más realismo. Menos esperar a que nos den y más disposición a dar. Más honestidad y menos simulación. Más cine, sexo, conversaciones, abrazos y bailar. Más masajes, más lágrimas compartidas, menos expectativas, más vida personal plena e interesante. Más libros leídos en pareja, más cocinar juntos, menos reclamos. Menos expectativas, más independencia. Más hacerse cargo de lo propio, menos proyecciones. Menos culpar al otro, más asumir responsabilidades. Más risa y menos solemnidad. Más cartas de amor, más detalles, más tocarse, más mirarse a ojos, más decirse la verdad. Más experimentación en la vida y en la cama y menos "yo no le entro a eso". Más aceptación, más amistad, menos regaños. Más ser amigos, más ser solidarios, más valorar cada momento compartido. Más respetar al otro tal y como es. Menos expectativas, menos expectativas, menos expectativas.

Que conste que no es una fórmula para ser seguida. Sólo reflexiones, el corazón puesto en el papel para compartirles lo que en este domingo creo y siento que requiere la decisión de existir en el yo, en el tú y en el nosotros. Sólo para valientes.
Vale Villa se dedica a la psicoterapia individual, familiar y de pareja. Estudió en la Universidad Panamericana, en la Universidad de Los Ángeles en California y en el Instituto de la Familia. Tiene una colaboración en radio con Carlos Puig "Martes de Terapia" en W Radio (96.9 FM - 900 AM) a las 10:30 a.m. Es conferencista en temas de bienestar emocional. No da consejos por mail. Ni su ética ni su agenda se lo permiten. Ama su trabajo porque está convencida de que el cambio es posible.

 

 

 

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Comentarios

  • Hola Tere, que gusto, leerte, que bueno que te gusto, no leo muchos libros, por que de verdad que para hacerlo necesitas tiempo para buscar un título y después ir  comprarlo, he encontrado una excelente opción en la internet; los escritores deberían utilizar este medio para dar a conocer más sus obras, acercarlos más a todos, en estos momentos mientras la lavadora termina me doy un tiempo para hacer lo que yo llamo una exploracion rápida a artículos que se publiquen en la red cuando encuentro artículos que me mueven trato de compartir, por eso me gusta mucho retos femeninos por que encuentras un abanico de ideas en un solo sitio. Nos retroalimentan, nos motivan y nos hacen reflexionar, te acercan a todas lasa formas de pensar y sentir, aunque en ocasiones no haya la posibilidad de agradecer las aportaciones y commentar sobre ellas.

    Tere, es grato ver que estas bien... cuídate mucho por favor. y mis mejores deseos para que tu vida se encuentre en buen camino y con mucha salud..¡¡¡

    2164310085?profile=original

  • BUENAS NOCHES ME HAS DEJADO HELADA SERA QUE TENGO 20 AÑOS DE CASADA Y ME ENCONTRÉ REFLEJADA Y TIENE RAZÓN MENOS EXPECTATIVAS MENOS EXPECTATIVAS MENOS EXPECTATIVAS ... GRACIAS TAN INTERESANTE ESTE BLOG COMO TODOS LOS QUE NOS COMPARTES .... TE DEJO UN FUERTE ABRAZO DE MARIPOSA
  • Gracias x compartir este artículo, sin duda no es una receta, pero tantos años de matrimonio, nos invita a no tirar la toalla y valorar y darnos cuenta que tenemos mucho x que luchar.
  • gracias por la reflexion, un abrazo
  • ohhh que tema es muy enriquecedor, acertado y oportuno muchas gracias nos ayuda mucho esta publicación
  • MUY CIERTO LO DE THERE ITS NOT FREE LUNCH ,NOTHING ITS FREE .
  • wow!!! excelente reflexión!!!

    GRACIAS!!!!

  • muy bueno!!! gracias :D
  • 2164284787?profile=original
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    Estimada Araceli:

     

    Buenas noches, creo que cuando llegamos a cierta madurez y como dice el artículo que nos compartes ¨asumimos la vida¨, halar de ¨nosotros¨ en pareja si puede lograrse, si bien no hay una receta que sea válida para todas las parejas, si creo que hay puntos de referencia, como los que señala el artículo: ¨ Menos romanticismo, más realismo. Menos esperar a que nos den y más disposición a dar. Más honestidad y menos simulación. Más cine, sexo, conversaciones, abrazos y bailar...¨

     

    Recibe un cordial saludo.

     

    Edith.

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