Hola queridas amigas:Este país no deja de sorprenderme, la riqueza cultural, la diversidad en los cultos y creencias son sencillamente maravillosos. Miles de kilómetros de territorio no son sino un mosaico de tradiciones que no tienen nada que envidiar a ningun otro lugar, capaces de despertar hasta la mas somnolienta capacidad de asombro.En el estado de Campeche, exáctamente en el municipio maya de Hecelchakán, existe un pequeño pueblo de apenas 8,000 habitantes denominado Pomuch. Ahí, el dos de noviembre, dia de muertos, toma desde días antes, para ser exactos del periodo del 26 al 31 de octubre, otra cara que va mas allá de los hermosos altares, las misas y los rituales para aquellos que "abrieron las alas y volaron hacia Dios". En este siglo XXI, las mujeres portan aún orgullosamente sus vestidos bordados y sus rebozos en la cabeza, símbolo de respeto y dignidad, y algunos alaban en maya a la Patrona del poblado, La Virgen de la Concepción.Algo de esto que voy a platicarles ya lo adelantaba Jaime Sabines, el de Chiapas, el conocedor de los secretos que los naturales quisieron compartirle.¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!,¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra!Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten,que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?Por eso me sobrecoge el entierro.Aseguran las tapas de la caja, la introducen,le ponen lajas encima, y luego tierra,tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo,piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas,de aquí ya no sales.Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto,los besos derramados.Es una burla:¿para qué lo enterraron?,¿por qué no lo dejaron fuera hasta secarse,hasta que nos hablaran sus huesos de su muerte?¿O por qué no quemarlo, o darlo a los animales, o tirarlo a un río?Habría que tener una casa de reposo para los muertos,ventilada, limpia, con música y con agua corriente.Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.En Pomuch, las palabras de Sabines han tomado forma de fiesta... ahí año con año, los muertos salen de sus tumbas, no como los zombies de las películas aquellos contra los que el Santo lucho docenas de veces, ahora consideradas joyas de culto del surrealismo mexicano. En Pomuch, las manos del niño y del anciano sujetan por igual el cráneo de "mamá grande" mientras amorosamente pasan una brocha para quitar los daños que un año de soledad y encierro han causado en la osamenta. Mientras tanto, alguna mujer de la familia da los toques finales al paño blanco bordado con hilo de colores que ha de cubrir una pequeña caja donde los restos pasarán el dia junto a aquellos que los amaron. En otras cajitas, hay hasta de dos o más, quizá el recuerdo de cómo se amaron Xacin y Nikté hace a sus parientes ponerlos juntos en este día señalado. Tras el preparativo, seguirá la fiesta, con ellos como centro de los honores, y no dentro de una húmeda y solitaria cripta que les aprisione. Al final, volverán al reposo de ese sitio, es cierto, pero mientras tanto están vestidos de gala, disfrutando de la fiesta milenaria, como camaradas que regresan tras el largo viaje para compartir con la familia. No hacerlo, en Pomuch, sería un acto de desprecio para sus ancestros, aquellos que en vida, les dieron todo.En Pomuch, salir al sol después del día de la muerte tarda tres años o cuatro años, periodo tras el cuál los cuerpos son exhumados; entonces, los cadáveres se "dejan secar al sol" sobre las bóvedas de las criptas, para que el olor y lo necesario se lo lleve el viento. Terminado esto, los familiares limpian por primera vez el cuerpo y lo trasladan al otro sitio, ése donde ya no estará solo, la cripta común en que compartirá la eternidad con otros tantos, conocidos o desconocidos.Alguien le preguntó a María buscando desacreditar aquella milenaria costumbre...-- ¿Ponerlos al sol? ¿y no se morirán de insolación?Y ella contesta, con sus ojos de venado, ajusta su rebozo al rededor de su cara, con el orgullo milenario pero la voz humilde...-- No... ellos se mueren de tristeza cuando nadie los recuerda con respeto.
wow, que respuesta la de maria. un bofeton con guante blanco. particularmente pienso que cualquier acto de amor y respeto lo debemos hacer mientras la persona viva, pero respeto las costrumbres y creencias de las demas personas, creo que es la base para que vivamos todos en armonia. me gusto tu articulo aunque me hubiera gustado un poco mas de informacion, mexico realmente es sorprendente, jamas me hubiera imaginado que en algun lugar del mundo hicieran algo asi.
Buenas noches, solamente el leer el título, me hizo venir a leerte, soy una ¨campechana¨ de corazón, viví una parte de mi infancia en Cd. del Carmen Campeche, somos de tradiciones muy arraigadas y las cuales respetamos enormemente.
Hoy que estoy lejos las valoro, pero me siento orgullosa de haberlas conocido y vivido, hoy que te leo me traes dulces recuerdos, por que me pongo en contacto con una parte que tanto amo, y adicional leer sus tradiciones y la importancia de ellas, Jaime Sabines, no las pudo describir mejor. un Chiapaneco de cepa y de tradición.
Comentarios
Buenas noches, solamente el leer el título, me hizo venir a leerte, soy una ¨campechana¨ de corazón, viví una parte de mi infancia en Cd. del Carmen Campeche, somos de tradiciones muy arraigadas y las cuales respetamos enormemente.
Hoy que estoy lejos las valoro, pero me siento orgullosa de haberlas conocido y vivido, hoy que te leo me traes dulces recuerdos, por que me pongo en contacto con una parte que tanto amo, y adicional leer sus tradiciones y la importancia de ellas, Jaime Sabines, no las pudo describir mejor. un Chiapaneco de cepa y de tradición.
Recibe un cordial saludo.
Edith.