¿Recuerdas el espejo mágico de la madrastra de Blancanieves?, ¿recuerdas que siempre le decía la verdad, con independencia de lo que ella creyera? Permíteme que te haga de espejo por unos instantes, y te diga lo que veo en ti…
Eres preciosa. Quizás no seas una miss universo, pero para mí eres bellísima tal como eres. Afortunadamente, tu belleza no es únicamente física, y por lo tanto no es algo perecedero.
Me encanta tu sonrisa. Tienes una sonrisa que enamora. ¿Recuerdas el flautista de Hamelin? Cuando sonríes, yo me iría detrás de ti sin pensarlo. Por favor, dibuja ahora mismo esa preciosa sonrisa en tu boca y regálasela a todo aquel que se cruce hoy por tu vida.
Tu sentido del humor es extraordinario. Quizás, en algún momento de tu vida, algunas personas no hayan valorado lo suficiente esa simpatía que tienes cuando quieres, y eso puede haberte frenado para mostrar abiertamente ese lado tan importante de tu personalidad. Eres increíblemente simpática. No nos prives de ello.
Me quito el sombrero y te admiro por todo eso que haces a diario sin que nadie parezca darse cuenta ni te lo agradezcan. Sí, nos damos cuenta aunque no lo digamos. De hecho, la vida de muchas personas sería tremendamente más difícil sin ti.
Eres mucho más inteligente y capaz de lo que crees. No te frenes ni te pongas límites a lo que puedes y mereces conseguir. Hazlo no únicamente por ti, sino también por los que te rodeamos. Si tú eres mejor persona, nosotros también lo seremos.
Tu valentía es increíble. Eres capaz de hacer verdaderos milagros en caso de necesidad. Por favor, mira hacia atrás en tu vida, recuerda algunos de esos momentos, y siéntete la mujer poderosa que eres.
Quizás estés leyendo esto y pienses, Ricardo no está hablando de mí. Si es así, te equivocas. Estoy hablando precisamente de ti. El problema es que quizás lleves demasiado tiempo mirándote en el espejo equivocado. Muy probablemente, lo que piensas de ti misma es el reflejo de un espejo que ha distorsionado tu imagen, como lo hacen esos espejos que nos muestran bajitos y gorditos. Lo que sientes y piensas de ti misma es consecuencia de esa imagen “distorsionada” que has venido recibiendo. Si es tu caso, tengo un único consejo para ti: Cambia de espejo.
Cambiar de espejo no significa cambiar de pareja, de padres o de relaciones. Cambiar de espejo significa cambiar tu forma de mirar. Significa saber interpretar correctamente esa imagen que te devuelve el espejo que tienes delante. Cuando sabes que el espejo te muestra una imagen distorsionada de ti misma, esa imagen no te afecta. Aprende a poner el filtro adecuado, y nunca más tendrás una imagen distorsionada de ti misma.
...por favor, vuelve a pintar esa sonrisa en tu boca...
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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