Para los hijos ¿es mejor tener un padre violento que no tenerlo?Ante esta disyuntiva se encuentran muchas mamás cuando su pareja actúa violentamente de manera crónica.Hoy las investigaciones en el tema son claras y contundentes al respecto: es mejor no vivir con un padre así, es preferible la ausencia de un padre violento que la presencia de uno que agrede a la madre o a los hijos (la palabra se refiere también a las hijas) reiteradamente.Sin embargo, terminar con una relación así no es fácil. Generalmente la decisión recae en la mujer porque el agresor no tiene conciencia del daño que está causando; desde la perspectiva de éste, es ella la que lo provoca, la que no hace lo suficiente para que la armonía familiar impere (!). A eso se le suma la “responsabilidad de dejar a los hijos sin padre” si decide dejarlo, en este momento olvidan que la ruptura de la pareja no extingue el vínculo del padre con los hijos.Sucede que la figura del padre es más trascendente de lo que nos imaginamos. Él puede ayudar a sus hijos a aprender a ser mejores hombres y a sus hijas a sentirse mejor consigo mismas. En consecuencia, su falta o ausencia genera “agujeros” en la personalidad de unos y otras.En el caso específico de las mujeres, la falta de un padre en la vida, activo, confiable, cariñoso, respetuoso, genera el deseo y la idealización por el mundo masculino, y en ocasiones a algunas de ellas las lleva a la elección de pareja que las deja expuestas al control y sometimiento del cual resulta difícil salirse sin el apoyo correspondiente.El tema se complica cuando hay hijos en el matrimonio porque aparece la ilusión de que si con ella no es cariñoso o respetuoso, tal vez llegue el día en que con los hijos sí lo sea, y separarse de ese hombre, sería matar dicha ilusión.Por otro lado, es común que a los ojos de la familia, las consecuencias de un mal padre presente no se vean, y las de un padre ausente sí. Lo cual lleva a considerar que es preferible lo primero a lo segundo. Nada más falso que eso.La ausencia es identificable para los hijos y la expresan rápidamente: le piden que no se vaya o que regrese si ya se fue, o le piden a mamá que haga algo al respecto porque aparece una tristeza visible e inmediata.Lo que no se ve con la misma claridad, es el daño generado a los hijos testigos de violencia, hijos que ven cómo el padre maltrata a la madre. Por ejemplo, muchas veces la depresión, el suicidio, los problemas de aprendizaje o escolares, de atención o concentración de los hijos, etcétera, tienen que ver con este tipo de padre.La tristeza por su ausencia se puede superar más fácilmente (con la atención psicológica y familiar correspondiente) que los trastornos de personalidad que genera la exposición a un padre violento –aun con todo el apoyo que se pudiera brindar, que dicho sea de paso, no siempre existe todo el que se requiere.gaudirj@hotmail.com
Si definitivamente el papel de buen padre pocas veces puede suplirse, pero el de un mal padre, no es primordial y muchas veces resultará contraproducente en la formación de los hijos. Por la tanto, si la figura paterna es dañina más ayudará mantenerlo a distancia.
Por algún tiempo catgué con la culpa de haber tomado la desición de separame del padre de mis hijos; llegué a pensar que tal vez debía haber "aguantado" (como me decían algunas personas) con tal de que mis hijos tuvieran un padre al lado; muchas veces me cuestioné si mi desición había sido la mejor; trabajé duro y dí lo mejor que pude para sacarlos adelante. Hoy son hombres y mujeres de bién (estoy muy agradecida con la vida y con un Poder Superior).
Conforme fueron creciendo, uno por uno, en su momento, me dijeron que estaban agradecidos porque fué la mejor desicón que pude haber tomado.
Yo sé que en el fondo no éra exactamente lo que ellos o yó hubiéramos querido, pero siento que por los resultados, sí fué lo mejor.
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Si definitivamente el papel de buen padre pocas veces puede suplirse, pero el de un mal padre, no es primordial y muchas veces resultará contraproducente en la formación de los hijos. Por la tanto, si la figura paterna es dañina más ayudará mantenerlo a distancia.
Por algún tiempo catgué con la culpa de haber tomado la desición de separame del padre de mis hijos; llegué a pensar que tal vez debía haber "aguantado" (como me decían algunas personas) con tal de que mis hijos tuvieran un padre al lado; muchas veces me cuestioné si mi desición había sido la mejor; trabajé duro y dí lo mejor que pude para sacarlos adelante. Hoy son hombres y mujeres de bién (estoy muy agradecida con la vida y con un Poder Superior).
Conforme fueron creciendo, uno por uno, en su momento, me dijeron que estaban agradecidos porque fué la mejor desicón que pude haber tomado.
Yo sé que en el fondo no éra exactamente lo que ellos o yó hubiéramos querido, pero siento que por los resultados, sí fué lo mejor.
Un abrazzo a tod@s