EL PODER DE LAS CREENCIAS Y DE LAS ESTRATEGIAS VARIAS

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Cuento: Los 3 cerditos o el poder de las creencias y de las estrategias varias.

(c) Rosetta Forner, "MENOS CUENTOS Y MÁS HADAMADRINING" (Amazon).

 

Al parecer había tres cerditos, - que no cerditas, no sé si será por aquello de que los chicos suelen estar considerados como más tontos o menos listos que las chicas-, que tenían su vida organizada en torno al lobo feroz, esto es, trataban de que no les diese caza para comérselos en pepitoria o sin ella. Dado que empleaban todas sus energías en lograr esta meta no les quedaba inspiración alguna para mejorar su existencia y, de paso, librarse del lobo feroz, que hubiese sido lo más sensato. Ergo, acaba con el lobo y así podrás dedicarte a hacer lo qué te venga en gana.

Déjate de cuentos… 

Si los tres cerditos hubiesen ido a la escuela de la estrategia y el sentido común. Si hubieran usado su crítico interior en compañía de su creativo y su ejecutivo, otro lobo NO les hubiera rugido.

“¿No?”

No. Te cuento mi versión rosettiana.

Érase una vez tres cerditos que usaban sus capacidades para alcanzar sus metas, lograr sus sueños y allanar obstáculos vitales. Los tres eran muy conscientes de que si uno se curraba las cosas, existía una alta probabilidad de lograr lo que anhelaba. Estos cerditos audaces, emprendedores y trabajadores tuvieron un día una gran idea: ¡construir un poblado donde la gente estuviese a salvo de los lobos malvados del Club del Redil!

“¡Caramba!, de nuevo el CdR”.

Así es, tan sólo hay lobos en el CdR. Sencillamente, porque ahí es donde la gente se odia, se envidia y se ningunea para arrebatarse las ideas, la energía, los honores y los logros. Los lobos tienen muchas y variadas caretas. No todas son lobeznas, o sea, que se ve claramente que es un lobo que va a por ti.

Los tres cerditos  eran SOÑADOR, REALISTA y CRÍTICO.

Cada uno de ellos poseía unas capacidades que ponían al servicio del equipo para lograr sus fines. Los tres eran originales y singulares. Se respetaban mutuamente y escuchaban con atención el criterio del otro. Ahora bien, cada uno de ellos tres era necesario para el otro, esto es, tenían que trabajar en equipo so pena de pifiarla y no poder crear sinergia al combinar las capacidades de cada uno de ellos puesto que, cada uno de ellos, poseía una función, una misión, por decirlo al estilo más puramente espirituaL.

  • SOÑADOR, el cerdito entre cuyas capacidades estaban la creatividad, la fantasía, la ilusión, la ensoñación, la imaginación. Lo suyo eran los mundos abstractos, los sueños, las ideas… Era capaz de construir mundos maravillosos y dar soluciones fantásticas a los problemas aparentemente insolubles. Ahora bien, si se le dejaba solo, bien porque no quisiese oír a los demás, bien porque los otros se hubiesen enfadado con él, a lo más que llegaba era a construir una casita de paja: que sería el equivalente o el resultado de simplemente fantasear pero sin poner los pies en el suelo. Y, cuando entraba en ese estado de despiste absoluto pasaba de ser soñador a ser un DESPEPITADO, algo así como alguien que sueña y sueña, fantasea y más fantasea pero sin ponerse manos a la obra y crear una casita donde el lobo no pueda
  • CRÍTICO, el cerdito entre cuyas capacidades estaban el sentido común, el análisis, el discernimiento, la sabiduría, la inteligencia… para investigar, sopesar, averiguar, olfatear, predecir, anticipar… posibles problemas y buscarles por ello una solución o una prevención. Era la sensatez personificada, sin él ningún sueño de Soñador vería la luz. ¿Cómo podía ser esto? Simplemente porque su función era velar por la viabilidad del plan del Soñador. Los sueños necesitan de alguien que crea en ellos, una suerte de portadora de sueños que alienta y ayuda a que el sueño se materialice. Así era Crítico, el valedor de Soñador, su más fiel fan. Pero como todo buen crítico que se precie era preguntón, no paraba de hacer preguntas y más preguntas y de ponerle pegas a todo. No había otra manera de darse cuenta de que sólo una sólida casa permite estar a salvo de todos los lobos del mundo mundial. Ah, lo olvidaba, cuando crítico se vuelve del revés toma la forma de un Tocapelotas que se pasa el día tocando las ídem. No hay nada peor que un crítico malhumorado, enfadado con todo y deseoso de hacerse notar. Pero esto solo pasa en el CdR, no cuando Soñador y Crítico se llevan
  • REALISTA, el cerdito ejecutivo, el que está en contacto con la realidad y pone en práctica las instrucciones de Crítico. Sabe muy bien ejecutar las órdenes de crítico y buscar la información que éste necesita. Cree en los sueños de Soñador. Es un diligente secretario-ejecutivo. Se parece a Crítico en cuanto a que es analítico y está cerca de la realidad, pero no en las nubes o reinos de Soñador.

Tengo que contarte que cuando crítico se ha vuelto Tocapelotas, él se torna Correveidile, una suerte de criado de Despepitado… Pero, esto es otro cuento. A lo que iba, Soñador tuvo la genial idea de crear una ciudad donde los lobos del mundo mundial no pudiesen entrar. Un lugar de solaz y educado vivir donde cada uno pudiese desarrollar alegremente sus características, dar alas a sus sueños y sentirse feliz siendo quién era sin necesidad de competir con nadie ni consigo mismo.

“¿Era posible un lugar así?”

Ciertamente, lo era. Eso sí, siempre y cuando hubiese quien creyese en ese proyecto y luchase porque se hiciera realidad. Se requería alcanzar eso conocido como ‘masa crítica’: un buen día un comportamiento determinado comienza a ser exhibido por un miembro de una especie, otro buen día, otros miembros de su manada, le imitan. Y, así sumando ‘buenos días’, llega un momento en que ese comportamiento novedoso pasa a ser adoptado por el resto de la misma especie aunque sus miembros no estén en contacto físico todos entre sí. ¿Cómo pudo suceder? Cuestión de ‘masa crítica’, esto es, se trata del número suficiente de individuos para producir un cambio en la aplicación una conducta determinada o en la implantación de un nuevo modelo de comportamiento o de capacidad o de talento dentro de una especie. Ojalá que la especie humana se centre en generar ‘masas críticas’ para así poder desarticular el Club del Redil y poder vivir en paz cada uno a su aire. En estas estaban precisamente lo cerditos.

“Y, ¿por qué no, cerditas?”

Muy buena pregunta. Yo, me estaba cuestionando lo mismo puesto que, me sé eso del cuento y de la sociedad que tiende a poner a los hombres o a catalogar ciertos aspectos de la vida como masculinos o propios de los hombres. Por consiguiente, en este cuento dejemos lo de los ‘cerditos’ como algo neutro y válido para ambos géneros: creo que somos almas viviendo experiencias humanas enfundadas en trajes físicos de género masculino o femenino. Y, punto pelota.

Volviendo a los tres cerditos y su sueño de crear una ‘arcadia humana’. Cerdito Soñador se pasaba el día tocando la lira, viviendo en su mundo de ensueños y fantasías dándole a la manivela de las posibilidades, y ahí había que dejarle. Mientras tanto, cerdito Crítico ideaba la manera de construir una casa a prueba de lobos feroces. 

  • ¿Cómo y dónde hallar piedras aptas para construir casas que sean impermeables a los insultos, manipulaciones, maniobras orquestales en la oscuridad, amenazas y demás milongas de los lobos del CdR? – preguntaba Crítico en voz alta tratando de darse
  • Si se me permite, -dijo Reallista-, yo sé de un lugar donde existen esas piedras que tu
  • ¿Dónde? –preguntó anhelante Crítico.
  • En el país de las Hadas –respondió con soltura
  • Yo sé dónde está ese lugar –se apresuró a responder Soñador.
  • Y, añadió: sé cómo se va…
  • ¿De verdad? –exclamaron a dúo Crítico y
  • Sí –respondió con determinación Soñador. - Voy allí todos los días. Donde si no creéis que habitan las posibilidades, las capacidades y todas esas herramientas que uso para daros ideas. Es el lugar donde nuestras almas viven y sueñan, donde vamos a regenerarnos por la noche cuando cerramos los
  • Ah… -acertaron a decir asombrados los otros dos
  • Sí –dijo con seriedad y divertimento a la par Soñador, - ahí es donde están guardados nuestros dones, nuestros talentos, donde las hadas habitan aguardando a que vayamos a recuperar nuestras ‘varitas mágicas’.
  • Y, ¿cómo se va? –preguntó muy interesado Crítico.
  • Mmmm… Tú dime qué tipo de piedra necesitas y le diré a Realista cómo llegarse hasta allí para traerte el
  • Yo también quiero ir –replicó Crítico, - faltaría más.
  • Bueno, podemos ir los tres… ¿Si os parece bien? –sugirió Realista.
  • ¡Hecho! Seremos los tres magníficos –dijo Soñador muy entusiasmado.
  • Sea –exclamaron los tres al unísono.
  • Vamos a ver, necesito piedras que permitan construir casas sólidas, duraderas, que además sean cálidas y que animen a sus moradores a permanecer en su interior, a observar la vida desde la perspectiva de la seguridad y la bondad intrínsecas – dijo Crítico.
  • Vale… Deja de analizar, por un momento si puedes, y formemos un triángulo donde yo seré el vértice superior y vosotros dos los inferiores –propuso Soñador.
  • De acuerdo-dijeron Crítico y

Soñador dibujó, con tiza de color magenta, en el suelo un triángulo. Concedió un símbolo a cada uno de ellos, uno que tenía que ver con su personalidad, talentos y función o misión vital: una varita mágica para Soñador, un libro para Crítico y un corazón para Realista.  Cada uno de ellos ocupó su lugar en el triángulo, unieron sus manos y concentrándose en el interior de sus almas pidieron audiencia al reino de las Hadas.

Ante ellos una puerta mágica se abrió.  Fue como un amanecer de estío cuando el sol se levanta animoso y dispuesto a recorrer los campos, abrazando todos los árboles que encuentra a su paso, dando de beber a sus rayos en los arroyos cristalinos de las altas montañas, y conversando con las águilas más audaces que vuelan en sus dominios

  • Bienvenidos a mi reino –dijo
  • Te saludamos dichosos y mágicos –dijeron los tres cerditos a modo de respuesta cortés.
  • ¿En qué puedo ayudaros? –preguntó
  • Necesitamos piedras apropiadas para construir casas a prueba de los lobos del ClubdelRedil –se apresuró a responder Crítico.
  • En el reino de las realidades del alma las hallaréis –respondió LaReinadelasHadas.
  • Y, ¿dónde queda eso? –preguntó con curiosidad sincera Realista.
  • Dentro del corazón de cada uno. Dentro de ese corazón que es tu símbolo, Realista –dijo
  • Y, ¿cómo se llega allí? –preguntó a su vez Crítico.
  • Con una metáfora –respondió rápida y veloz cual estrella fugaz LaReinadelasHadas.
  • ¿¡Metáfora!? –repitieron como un eco triplicado los
  • Sí, con una metáfora. Preguntaros quiénes sois, qué metáfora harías de vosotros mismos. Aunque, yo creo que ya lo habéis hecho, lo de la metáfora quiero
  • Ah… ¿¡sí!? –volvieron a exclamar los tres a la
  • Sí. Soñador se ha concedido una varita mágica que no es sino la llave de la posibilidad, la que abre la puerta del tesoro interior ese en el que están todos los dones, talentos y capacidades. Todo ser cuando usa su material del alma se da la posibilidad de crear el destino que desea. Y no hay nada como fabricar esas piedras que darán forma a la casa de la vida de uno con los ingredientes que nacen en la fuente primigenia del alma que uno es… -LaReinadelasHadas se detuvo en su discurso ante la cara de asombro de los tres cerditos. Le divertía contemplar aquellas caras por cuyos dominios transitaban las más audaces emociones y
  • ¡Me cachís! –acertó a exclamar Soñador. - Ya decía yo que dentro de mí había algo especial, diferente, único…
  • Así es. Y, lo es en el caso de todos y cada uno de
  • ¿En el mío también? –preguntó ansioso Crítico.
  • Claro que sí, también en el tuyo –dijo
  • Y, ¿cuál es mi metáfora según tú querida ReinadelasHadas? – preguntó con amabilidad Crítico.
  • Ese libro que apareció ante ti cuando en el triángulo os colocasteis para venir hasta mí.
  • ¿Un libro? –repitió asombrado Crítico.
  • Sí, así es, un libro. ¿Hubiese preferido una biblioteca? – preguntó divertida
  • .no… Me conformo con un libro –acertó a responder Crítico.
  • Un libro simboliza la inteligencia, la información, la capacidad de hacer preguntas y de generar respuestas, de consignar lo que sabemos y hemos aprendido, un no olvidar nunca los resultados de nuestras experiencias y lo que a través de ellas aprendimos. Si uno posee experiencias pero no las aprovecha, esto es, no les saca jugo, no aprende de ellas, repetirá una y otra vez lo mismo sin avanzar en su vida. ¿cierto? No es menos cierto, digamos práctico y verdadero que aquel que pasa por su vida haciendo caso omiso a lo que su sentido común le dicta acaba por construir una suerte de casa de paja la cual es muy fácil de derribar por la primera ovejaredilera aprendiz de lobo que acierte a pasar por allí… dijo LaReinadelasHadas.
  • ¿¡Casa de paja!? –murmuró pensativo Crítico como si de repente una luz se hubiese abierto paso en su interior. -¿Cómo no se me ocurrió antes? ¡Claro! Alguien que no cree en sí mismo es como una casa de paja, incluso el lobo más tonto con un simple soplo podría derribarla…
  • Así es, querido Crítico. La gente que no cree en sí misma es algo así como una ‘casa de paja’ fácil de construir pero también muy simple de derribar. No cuesta nada manipular o manejar a alguien que no crea en sí mismo. Convencerle de esto o de lo otro es sencillísimo. Basta con un simple y tontorrón soplo para dar con sus estructuras en el suelo. No opone resistencia aquel cuyas creencias están basadas en su disfraz, esto es, en la personalidad de supervivencia de sí mismo. Los lobos disfrazados de cordero pueden engañar a los tontos porque estos, a su vez, están enfundados, o sea, asfixiados en un disfraz. Todo aquel que disimula quien es acaba por perderse en su disfraz o armadura. Termina por olvidar que un día fue alguien genuino y adorable –dijo LaReinadelasHadas.
  • ¡Excelente! –exclamaron los tres al unísono.
  • Sí, señora, ¡genial!, ¡magistral! Me alegra mucho conocer esta información hadada. Tanto cuento de ser esto o lo otro, y va y resulta que las casas son sinónimo de la personalidad de uno. Mejor dicho, del estado y estilo del YO interior. ¡Todo un descubrimiento! –dijo Crítico saltando de alegría.
  • Yo también me siento muy impactado por tus palabras, -añadió Realista. –Por cierto, ¿cuál es mi metáfora?
  • El corazón, ¿o es que todavía no lo has adivinado? –respondió LaReinadelasHadas con una
  • ¿Corazón? ¿Qué tiene que ver un corazón con el realismo? – preguntó Soñador adelantándose a un asombrado Realista que andaba barruntando qué tendría que ver la realidad con el corazón, y su casa de madera…
  • Muy sencillo: uno debe proceder en la vida consultando a su corazón porque es ahí donde reside la sabiduría, la calidez, la sensatez de las emociones. Todo lo que hagamos o no hagamos en esta vida debe ser respetando nuestro sentir so pena de pasarlo francamente mal toda vez que no respetamos el cómo nos sentimos o qué es sagrado para nosotros. Si las personas consultaran más a su corazón, si lo escucharan, si lo que hicieran o no hicieran fuese acorde a los latidos del mismo, a sus ideas o creencias, mejor les iría. La fidelidad, la sinceridad y el respeto al sentir del corazón, es esencial – respondió
  • Ergo, la casa de madera simboliza… ¿qué? –se apresuró Crítico a preguntar con sincero interés.
  • La madera es cálida, fuerte, sencilla, pero muy creativa, se adapta a terrenos de frío y de calor, se deja moldear y pulir…- comenzó a decir Soñador cuando Realista le interrumpió.
  • Ya, pero… ¿no sucede eso con la piedra? ¿Cuál es la diferencia con la madera?
  • El entorno –respondió LaReinadelasHadas. La clave está en el cómo se adapta uno al entorno, y en la fase de la vida en la que uno está.
  • ¿¡Mmmmmmmmmm!? –acertaron a exclamar los
  • Me explicaré más –dijo LaReinadelasHadas. –Una casa madera es sinónimo de solidez cálida. Una persona cuya casa interior sea una de ese estilo nos cuenta que está en una fase intermedia de la vida, en un periodo de transición… Necesita solidez y la crea pero no al nivel de consolidación que lo es una casa de piedra. Alguien cuya casa sea de madera, obviamente depende de qué tipo de madera y estilo estemos hablando, es mucho más sólida y resistente que una de paja. Estaríamos hablando de alguien que ya se las ha visto con los lobos del CdR, que ha resistido varios envites de sus aullidos y soplidos, pero que aún duda entre consolidar sus más íntimas creencias acerca de sí mismo o dejar paso a algunas del CdR. Se trata de esa fase en la que uno puede decir que cree mucho en sí mismo pero que aún es susceptible de ser ‘derribado’ por ciertos vendavales redileros. O sea, que si los lobos se unen y juntan sus soplidos, puede que le derriben la casa.
  • Así que esas tenemos –dijo Crítico con voz profunda que denotaba que andaba procesando las palabras de LaReinadelasHadas.
  • ¡Caramba! La madera es sólida, y así lo son muchas de las creencias que mi corazón realista tiene, pero, ¿cómo podría yo hacerlas más sólidas si cabe sin perder realismo y no ganar tontismo ni dejar de lado mi calidez? –preguntó Realista con humildad y verdadero interés
  • Ya te lo dije: escucha a tu corazón. Se fiel a lo qué sientes. Guíate por tus sentires. No hagas caso a lo que te dicen. Consulta tu alma. Si sientes malestar emocional, para, detente, averigua qué te quieres decir a ti mismo con ese malestar. No pases de largo por esos latidos. La manera de consolidar la casa interior de uno pasa por hacerse cargo del cómo nos sentimos en las cuestiones importantes y decisivas de nuestra vida –respondió con dulzura
  • O sea, que uno debe construir su vida en base a sus verdaderos sentimientos. Lo cual equivale a no hacer nada que no quiera hacer, y hacer aquello que está en armonía con su sentir. Dicho de otra manera: hay que ser fiel a uno mismo, respetar la integridad, no traicionarse ni por nada ni por nadie. Asumir que la fidelidad, el respeto y no traición a la integridad de uno mismo es esencial. La dignidad se nutre de respeto hacia uno mismo. A los humanos nadie les ha explicado que su casa debe ser cálida, sólida, libre… -dijo Crítico.
  • ¡Auténtica! Sea como sea, ha de ser auténtica por encima y por debajo de todo –exclamó
  • Las casas… ¡Vaya si son importantes! Simbolizan la estructura del YO… Eso lo he visto en mis sueños. Yo sabía de esas metáforas… Por eso, una casa de paja es tan fácil de derribar… ¡Claro! ¡qué fácil es convencerle a alguien de cualquier cosa acerca de sí mismo cuando sus ideas son como paja que se la lleva el viento! –dijo Soñador.
  • Y, ¿la piedra? ¿Qué simboliza? –preguntó Crítico que siempre andaba deseoso de conocimiento y sediento de información que llevarse a las neuronas críticas y analíticas.
  • Ya te lo puedes imaginar… -dijo LaReinadelasHadas con ironía en su voz hadada. - La piedra es la solidez personificada, alguien cuya esencia ha consolidado su sentir a lo largo de varias vidas. Alguien que sabe quién es, por eso no ha soplido alguno de lobo alguno que derribarla o hacerle mella pueda. Nada ni nadie. Una piedra se deja calentar por el sol y enfriar por la luna, pero su esencia permanece inalterable pase lo que pase afuera. Asimismo, puede combinarse con los materiales que desee, prescindir de los adornos que quiera, y colorearse con los colores del arco iris hadado. Pero, eso sí, siglos y siglos después seguirá allí inmutable, perenne, inmersa en el proceso de la
  • Estoy de acuerdo –exclamó Crítico-. Al fin y al cabo, la piedra es el resultado de un proceso interior a veces muy revulsivo y conflictivo…
  • La de terremotos que se generan a veces cuando dos ideas, o dos ‘existencias vivenciales’ chocan en el interior de un alma… -dijo Soñador.
  • No olvides la de supernovas que nacen en el Universo como sinónimo de nuevas ideas, nuevas personalidades, nuevas etapas… -añadió
  • Si seguimos en esta línea, permitidme que añada el como se encarna la belleza en cada una de las piedras tan singulares que el alma del universo es capaz de sentir en sus suspiros: nos narra la posibilidad de infinitas capacidades, talentos y dones acercándonos sus secretos en forma de piedras. Cada color, cada composición nos cuenta la singularidad que emana del corazón. Hay que sentir el alma en cada piedra, en cada roca. Hay un cuento de hadas escrito en cada matiz. Ni una sola piedra de la Tierra carece de cuento hadado. El Universo quiso sembrar la Tierra con sus dones, para que los seres que aquí naciesen pudiesen construir sus moradas apoyándose en lo esencial –dijo
  • Creo que lo olvidamos –dijo Crítico.
  • No es de extrañar, tanto buscar afuera que olvidamos explorar adentro. Y, ¿quién iba a pensar que las piedras tuviesen semejante información codificada en su interior? –comentó Soñador.
  • Los libres de corazón. Los rebeldes. Los genuinos. Los singulares… -respondió
  • Ya, esos que el CdR califica de locos –dijo Soñador.
  • Así es –asintió LaReinadelasHadas.
  • El CdR no podía consentir que la gente supiese que el mejor material para construir una casa sea la piedra diosa, esto es, los dones del Universo en forma de elementos prácticos para edificar la casa humana que no es otra que el dejar fluir quién uno es a nivel de alma… Voy comprendiendo –dijo Crítico.
  • Observa a tú alrededor y verás que aquellos cuyas obras perduraron, edificaron sus casas con material eterno: la verdad de sus almas. No hay piedra más resistente que aquella que nutre sus raíces en magma del origen estelar. Uno ha de ser quiñen es más allá de los convencionalismos y tontismos del CdR, so pena de pasarse la vida edificando casas de paja que serán derribadas con facilidad por el primer aprendiz de lobo que se precie –dijo LaReinadelasHadas.
  • ¡Déjate de cuentos! –exclamó entre risas Soñador. –sí, eso es lo que les quiero gritar a todos, que se dejen de cuentos tontos. Olvídense del lobo feroz, y céntrense en averiguar qué ideas moran en su interior…
  • Ah, acabas de señalar un factor importantísimo que había olvidado mencionar –se apresuró a decir
  • ¿Cuál? –preguntaron los tres al unísono formando una sola voz.
  • La carcoma que afecta tanto a la paja, como a la madera, como a la piedra… -respondió
  • Ya, pero la carcoma es un bicho que come exclusivamente madera –puntualizó Crítico.
  • Tienes toda la razón. Pero permíteme que lo use para referirme a todo aquello que ‘carcome’ la esencia sea cual sea esta. Puesto que toda esencia es susceptible de ser carcomida siempre y cuando uno no se aperciba del tipo de creencias que moran en su cueva interior – aclaró
  • Y, dimos con la clave… -dijo Crítico.
  • Así es. Una casa puede estar muy bien construida, edificada sobre un aparente terreno sólido… pero cuidado con los enemigos invisibles… Será por ello, que a mí me gusta tanto hacer preguntas, meditar, sopesar, dar la vara con mis cuestionamientos, y no descanso nunca… -reflexionó Crítico en voz
  • Has dado en tu particular clavo –respondió LaReinadelasHadas. –Tu función es prevenir posibles problemas futuros, de ahí que a veces resultes tan incómodo o molesto, pero muy necesario y práctico. Así, no solo podrá la casa resistir los soplidos del lobo feroz de turno, sino que, además, le verás venir y le pararás los pies a mucha distancia, cuando no le tenderás trampas para que, de osar acercarse, se queme el hocico y se quede sin rabo.
  • ¡Ja… ja… ja…! –rieron los tres cerditos
  • Me encanta haberte conocido, querida ReinadelasHadas –dijo con sinceridad Crítico. Ahora sé que la casa de piedra es la mejor, y que puedo combinarla con los materiales que se me antojen.
  • Si bien, para mí es muy importante saber que el material adecuado está en el universo interior, que una casa refleja el cómo estoy y en qué fase de mi vida –dijo Realista.
  • A mí me gusta saber que mis reinos son útiles, y que mi energía permite alcanzar la memoria del universo y acercar las herramientas en forma de inspiraciones a todo aquel que construirse una casa singular quiera –añadió Soñador.
  • Sinceramente, considero que lo mejor de todo es que los tres estéis en armonía, que cada uno sepa que el otro es un estadio, un nivel, una manera de acercarse a la totalidad y a la inspiración de ser uno en sus diversas facetas. Y, que cuando queráis mandar al lobo feroz a paseo, o impedirle la llegada a vuestro reino, nada como construir un sólido muro de piedra eterna, esto es, ideas propias y convicciones imbatibles, confianza absoluta y sin condiciones en uno mismo. Lo cual, además, tiene una ventaja añadida… -dijo LaReinadelasHadas al tiempo que guiñaba un
  • ¿Cuál? –exclamaron los tres al unísono.
  • Que dentro del recinto amurallado podréis dar rienda suelta a vuestra imaginación y singular personalidad construyendo el tipo de casas que queráis o experimentando con lo que os de la real y hadada gana. Uno tiene derecho a experimentar, a ensayar, a equivocarse, ¡qué caramba! –dijo entre risas hadadas LaReinadelasHadas.
  • ¡Fantástico! –exclamó Crítico.- Eso era la clave que me faltaba. Ahora sé que me puedo dar permiso para experimentar sabiendo que los resultados son solo eso, resultados, y no fracasos.
  • Ya te lo venía diciendo yo –dijo Soñador. –Pero no me has querido hacer caso en todo este tiempo. Lo importante es ser uno mismo, y a los demás, ¡que les den! Yo, no temo al lobo feroz. Y, no le temo, porque tengo creatividad suficiente para pasar por encima de todas las tonterías y tocapeloterías del CdR. No hay lobo feroz que conmigo pueda si vosotros estáis conmigo, permanecemos unidos y asumimos que tenemos derecho a ser cómo nos de la gana, y a tener la casa que nosotros consideremos la más apropiada para
  • No olvidéis que la clave está en la muralla. Protegeros bien con una sólida muralla de creencias propias, y no habrá lobo capaz de derribar ninguna de vuestras creaciones –añadió LaReinadelasHadas a modo de broche final.
  • Moraleja o ‘metamensaje’:

Revisa tus creencias (lo que sobre ti creas, pienses…), tira las que no te sirvan, y usa las mejores para construir una sólida muralla en cuyo interior puedas crecer y desarrollarte feliz usando tus tres recursos excepcionales (Crítico, Soñador y Realista), de esta manera tu ‘casa’ (tu YO, tú alma) no habrá lobo feroz que la derribe y tú podrás pedirte la luna. Ah… Sí le quieres aullar a la luna, es cosa tuya. Porque, por poder, podrás intentar todo lo que te propongas.

 La claridad mental y uso de las capacidades han de ser tus consignas. A ello podrás llegar modificando tus creencias, redecorando tú interior.

Cuando uno sabe las ideas que alberga su mente, las selecciona, limpia, ordena y da esplendor, está listo para abordar la confección de estrategias y afrontar cualquier desafío que le plantee los ‘lobos’ del CdR. En un interior ordenado y clarificado, es posible, encontrarse con las capacidades, dones y talentos que habitan en nuestro ‘almacén central’. Alguien que no cree en sí mismo o que vive pendiente de que ‘no le coma el lobo’, no podrá enfrentarse con lucidez y pragmatismo a los desafíos redileros que se le planteen. Sólo sabiendo quién uno es, se tiene claro cuáles capacidades se poseen y se puede abordar con eficacia el cómo usarlas.

Nunca temas al lobo feroz. Pero, tampoco te lo tomes a cuchufleta. Se precavido, cree en ti, y usa tus capacidades para desarrollar estrategias que te permitan protegerte, defenderte de los redileros y atacar si es necesario.

Recuerda: Procura que las buenas y reforzadoras creencias acompañen tú vivir humano.

 

VERSIÓN AUDIO EN https://youtu.be/nu8YJiwSEc4?si=JOoZYHkcewl8Tx5h

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Email: lavidaenrosetta@gmail.com

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