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¿Qué es lo que nos lleva del pensamiento a la acción?, o al contrario, que nos lleva a quedarnos atoradas en un pensamiento de que no podemos lograr algo que queremos, ya sea porque en nuestro sistema de creencias este el “es difícil”, “es imposible”, “eso solo es para gente con dinero”, “eso solo es para gente con otra preparación”, “esa vida no es para mi”, “es complicado”, “nunca voy a tener ese puesto” “jamás podre dejar de fumar”, “no tengo fuerza de voluntad” entre otros. ¿Qué diferencia hay de este sistema de creencias al opuesto que se redacta así?: Es fácil Si puedo Voy a encontrar la manera de conseguir mi meta, objetivo, sueño, propósito Quiero este modo de vida y lo voy a conseguir Voy a dejar de fumar. Si puedo Voy a trabajar en mi ejercitar mi fuerza de voluntad y voy a conseguir bajar de peso. Ambos sistemas de creencias son correctos y las manifestaciones que se derivan de ambos son los el resultado de estas. Así es: el que piensa que no puede, efectivamente no puede. Quién piensa que si puede…puede. No hay más, no hay complicaciones y no hay de otra. Conforme piensas, conforme crees, conforme sientes y conforme vibras…esos resultados obtienes de tu vida. Pero que es lo que nos hace sabotearnos si a estas alturas la mayoría de nosotras conocemos este modo de operar de la vida? 1.- El valor que le damos a nuestra persona.

¿Cuánto vales?

¿Hasta dónde quieres llegar?

¿Según TÚ hasta donde puedes llegar?

Cuando no conocemos nuestro valor, nuestra vida tiende a quedarse estancada y nos sentimos sin rumbo y sin propósito. Vamos por la vida a la deriva y se nos olvida que estamos aquí para disfrutarla, vivirla y entregarnos a la misma. Nos resignamos y nos acostumbramos a mal vivir y a quejarnos constantemente. El buscar fuera de nosotros, NUESTRO PROPIO VALOR, es ilógico, pero tendemos a dejarnos llevar por todos esos factores externos que según nosotros, nos suman validez.

¿Dependo entonces de lo que me paguen, de lo bonita que sea, de lo gorda que este o del dinero que tenga para “saberme valiosa”? ¿Son los factores externos los que me validan y me califican como persona íntegra, honesta, leal, alegre, amable, compasiva y llena de amor?, o soy yo la que sabe de lo que estoy hecha y lo que tengo para entregarme a mí y a los demás. Que nos quede claro: NADIE ES MAS O MENOS VALIOSO QUE NOSOTROS MISMAS, así que si tienes duda de que no mereces ser feliz, empieza hoy mismo a darte cuenta de que estas equivocada, o quédate siempre con esa creencia y tírate al drama perpetuo.(Ambas decisiones, tienen consecuencias). Mientras más pienses que mereces tu felicidad y que tu vida se da con gracia y facilidad, más feliz vas a estar, así de sencillo, por lo tanto date cuenta que vale la pena el esfuerzo que tiene enfocarse en tu creencia y en la energía que pones en entregarte a esta idea. Recuerda que creamos nuestro sistema de creencias de acuerdo a aquellos pensamientos en los que nos enfocamos, así que para empezar a crear la vida que deseamos, debemos recordarnos a nosotras mismas lo valiosas que somos.

2.- Nuestro sistema de creencias. Una vez más, todo depende de tu sistema de creencias, y el encontrar aquellos patrones, bloqueos y creencias que impiden nuestro desarrollo, pues es entonces, cuando dejamos de sabotearnos y nos hacemos responsables de nuestras acciones, pero además de esto, requerimos trabajar, educar, RE-FORMAR nuestros pensamientos, nuestras ideas y nuestras NUEVAS creencias de modo que logremos el objetivo que estamos buscando. Tantos años hemos trabajado y acondicionado a nuestra mente y corazón a funcionar de cierto modo que ahora debemos enseñar a nuestro corazón y a nuestros pensamientos un nuevo camino. Un camino de introspección, de “desvictimización” y de responsabilidad, lleno de todas las posibilidades que se encuentren a mi alcance. Para muchas personas, continuar con el camino aprendido resulta cómodo, resulta estable o simplemente no saben vivir de otra manera. Buscar nuestro propósito, enfocarnos en nuestros objetivos y tener una vida plena requiere esfuerzo, disciplina acondicionamiento y vencer el miedo al fracaso. Requiere un cambio de perspectiva y una fuerza que sale de nuestro más profundo ser. Requiere plena responsabilidad y consciencia de absolutamente todo lo que hacemos, lo que decimos y lo que pensamos. Mientras más pienses que mereces tu felicidad y que tu vida se da con gracia y facilidad, más feliz vas a estar, así de sencillo, (sencillo no significa inmediato, sencillo en este caso es: fácil, con disciplina y práctica diaria). Por lo tanto date cuenta que vale la pena el esfuerzo que tiene enfocarte en tu creencia y en la energía que pones en entregarte a esta idea.

3.- Actitud:

¿De qué estás hecha?

¿Qué tan grande es tu determinación, tu pasión por trascender, por conseguir eso que tanto quieres? ¿Son más fuertes tus miedos?

No será que son más cómodos que fuertes?

Muchas veces tememos a la derrota, al error, o a la decepción y es cuando nos quedamos atoradas en nuestra vida si hacer nada pues nos da miedo fracasar en el intento. Nuevamente nos dejamos regir por factores externos y CREEMOS que es imposible, que los demás se van a burlar de nosotros, que como las personas cercanas a nosotros o de nuestro entorno no lo han hecho o no lo han conseguido, como es que nosotros lo vamos a conseguir?

Depende de la ACTITUD que tomemos ante nuestra vida y para con NUESTRA PERSONA, que vamos a conseguir llegar a donde queremos. Cuando con nuestra actitud rompemos todas esas barreras externas, acabamos con el miedo a ser validados por los demás y logramos ver en nuestro corazón lo todo lo que somos capaces de lograr, es cuando realmente tu vida se determina y tus objetivos se ven materializados. Lamentablemente muchas personas caen en el círculo de pensamiento destructivo y pobre, en donde, se enamoran de la idea de que es posible solo con pensarlo, pero en su vida diaria no hay un plan de acción, no hay un trabajo y no hay un enfoque directo relacionado con aquello que se busca. Esto aunado al factor miedo y a la decepción nos lleva a no conseguir eso que buscábamos y a pensar “CLARO…SABÍA QUE NO FUNCIONARÍA” (una vez más nuestro sistema de creencias se encargó de que así fuera ¿cierto?).

La mentalidad que tenemos de nuestro sistema de creencias, es lo que nos lleva a conseguirlo o no. Es la certeza que llevamos en el corazón, de aquello que realmente queremos, lo que nos impulsa a trabajar día tras día para conseguirlo pues sabemos que detrás de nuestro objetivo hay esperanza, salud, bienestar, entrega, transformación, entre otros. Aquel que tiene la creencia de que cuenta con un potencial inagotable, pone toda su energía y su intención en su objetivo, teniendo la seguridad de que ESE es su camino y viviendo su vida enfocada a obtener el resultado de aquello en lo que se enfocó. Si se equivoca, encuentra otro modo de hacer las cosas. Si un día se le presentan obstáculos, los toma como aprendizaje y sigue adelante. Si le dicen que está equivocado, es la VALORACIÓN que tiene de sí mismo, es su sistema de creencias y es su actitud que hará que nada destruya su sueño. ES SU CAMINO.

Con estos tres factores funcionando y encaminados de la manera correcta y orientados al objetivo, NADA ni NADIE te tira tu sueño. En cambio aquel que tiene un sueño, pero basa su sistema de creencias en lo que el medio externo dicta y determina su vida sabiéndose limitado (pues así se lo han hecho creer), esta persona toma poca acción, al tomar poca acción, el resultado de sus acciones es pobre y entonces se convence de que: claro como la gente decía, eso no iba a funcionar.

El éxito va directamente relacionado con la cantidad de acción que tomemos para nuestros proyectos y es esta acción lo que determina el resultado. Cuando estamos convencidas de que lo que queremos, lo vamos a conseguir, eliminamos toda duda, no hay opción, ese es el camino. Entonces, mi potencial se convierte en ilimitado y tomo acción hasta obtener el resultado que quiero. Lo visualizo, lo imagino tal como lo quiero y ejecuto todo tipo de acción para obtenerlo. Lo busco desde una pasión e intensidad que me lleva a conseguirlo. Actúo dentro de esa sabiduría interna.

Re-formo palabras.

RE-acondiciono pensamientos.

RE-programo desde el alma para que todos los elementos internos y externos se dirijan en favor de eso que busco. Ejecuta, refuerza tu creencia, elimina todas las dudas visualízate haciendo eso que quieres de la manera perfecta. Hay creencias que no tenemos en nuestro sistema, encuéntralas, ve los resultados por adelantado, edúcate en este camino. Míralo como posible. Ten esa certeza de que lo vas a conseguir, con seguridad. Esa es la ACTITUD. Se necesitan agallas para creer y transformar. Es tomar nuestra vida con responsabilidad, mucha gente no toma este camino porque tiene miedo a desanimarse nuevamente. Hay que acondicionar y re-educar a la mente y al corazón. La vida de las personas cambia en un segundo, no en 10 años., por lo tanto, Tu vida CAMBIA en el MOMENTO en el que TÚ lo decides.

CREE EN TI... ES FÁCIL, SEGURO, POSIBLE Y TE LO MERECES.

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