Criticar, odiar o desear el mal a otro únicamente refleja las creencias de quien lo hace. Únicamente indica que quien lo hace tiene la necesidad de criticar, odiar o desearle el mal a otros para sentirse él bien.
Cuando juzgamos a los demás lo hacemos en base a nuestros conocimientos, experiencias y creencias. Pero, ¿hasta qué punto conocemos todos los hechos?, ¿hasta qué punto conocemos las razones y motivaciones que han llevado al individuo a pensar o a comportarse como lo ha hecho?, y lo más importante ¿son mejores mis creencias que las de los demás?
Personalmente considero que nadie tiene el derecho a juzgar a los demás, ya que no hay creencias mejores ni peores. Todas las creencias están para conducir a quien las posee por un determinado camino que le permitirá experimentar de un determinado modo durante su vida.
Es evidente que hay unas leyes que debemos cumplir. Se trata de normas de convivencia que persiguen el mayor bienestar común. El no cumplimiento de estas normas es lo que se juzga y se castiga. Más allá de estas leyes, nada debería ser objeto de crítica o juicio alguno.
Venimos a esta vida para aprender en base a las vivencias y experiencias que vamos creando a nuestro paso, y todas ellas cumplen con una misión. Cuando juzgamos a los demás, los criticamos, odiamos o les deseamos el mal, lo que hacemos es generar nuestra propia realidad y nuestras propias experiencias en base a nuestras creencias. Lo que refleja nuestra actitud en esos momentos es simplemente que nuestras creencias son distintas de aquellos a quienes criticamos, y que para ser coherentes con nuestras creencias más profundas necesitamos criticar a los demás, odiarlos o desearles el mal.
Cuando tus creencias cambian, tu reacción ante los demás y ante sus actos también cambia. Vivir en paz y sin juzgar es posible, y de hecho es ampliamente recomendable para la salud física, mental y emocional.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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