"Diferentes investigaciones realizadas en el campo de la neurología, la etología humana y las neurociencias entregan la información necesaria para que no quede ninguna duda de que la maduración del cerebro y del sistema nervioso de los infantes depende del cariño, la estimulación y los cuidados que reciben del
mundo adulto en especial de sus madres y padres.
Cuando esto no ocurre existe un enorme riesgo de daños de las diferentes funciones mentales necesarias para asegurar el aprendizaje, una adaptación sana al entorno y la participación en
relaciones interpersonales afectivas basadas en el respeto y la reciprocidad en
la producción de cuidados. Por esta razón, insistiremos que los buenos tratos,
sobre todo, antes de los tres años de edad, son fundamentales para promover una
infancia y una adolescencia sana, así como una adultez, constructiva y
altruista"
(Jorge Barudy)
Comentarios
Estoy de acuerdo contigo, yo lo viví con mi tercer hija ya estaba mi esposo en casa y nuestra formas de ver la educación es completamente opuesta por lo que al no tener respuesta de mi hija hacia sus métodos, sus comentarios hirientes hicieron una personalidad muy diferente de ella con respecto a sus hermanas, sin embargo el amor de nosotras tres hacia ella la hiciern comprender que a palabras necias oídos sordos, aunque estas vengan de los padres, hay que tomar lo que nos hará crecer y lo demás hay que desecharlo para no salir lastimados. saludos