Tengo seis lindos gatitos (tienen cuatro meses) y una gata, la madre. El otro día, escuché un maullido lastimoso. Andaban todos zascandileando por el jardín y el solar del vecino que está por construir. Levanté la cabeza y vi como la gata se dirigía hacia la azotea de la casa, poco después, cesó el maullido. El silencio duró apenas unos segundos, los que tardó la gata en descender del tejado. Salí a la calle para poder tener perspectiva y ver de qué se trataba. Era Bruce, uno de los seis gatitos, que estaba en la azotea y no se atrevía a bajar. Le llamé y le animé a descender. Al final, el gatito, observando el entorno, optó por organizarse una 'estrategia', a base de 'ensayo/error/ensayo...'. Finalmente, se decidió y bajó.
Al día siguiente, a la hora del desayuno, volví a escuchar los maullidos lastimeros. En esta ocasión, duraron poco ya que, a Bruce, lle llevó menos tiempo decidirse a bajar de la azotea puesto que, el día anterior, ya había puesto en práctica su 'ensayo/error/ensayo/éxito'. El gatito, a pesar de su miedo, lo volvió a intentar al día siguiente logrando vencer su miedo. Más que gato, es un felino con alma de león...
- Aunque tengas miedo, atrévete. Date la oportunidad.
Los resultados no están garantizados, aunque siempre se puede volver a intentar, eso sí, modificando algunos pasos en la estrategia con el fin de variar el resultado.
- No lograr, una meta, a la primera, no es sinónimo de fracaso.
- “Quien la sigue, la consigue”, dice el refranero español.
¿A qué se debió la última vez que cejaste en un empeño, desististe de seguir intentando el lograr una meta o un sueño?
A buen seguro que hiciste caso a todos esos agoreros, sponsores negativos tanto externos como internos (Tocapelotis, Miseratis, Desvaloratis, Torquematis…) y te dejaste convencer por aquello de ‘¿cómo, alguien como yo, puede lograrlo?’
¿Qué quiero decir con ello?
Por regla general, las personas dan lo que tienen. Dicho de otra manera: tendrán contigo la relación que tienen consigo mismas. Por consiguiente, si en su vida se amilanan con facilidad, no creen en sí mismos, no se atreven a desafiar al CdR (club del Redil -sinónimo de sociedad o status quo), se dejan abrazar y asfixiar por el miedo… ¿Cómo esperas que te animen a ser lo mejor que te ha pasado?
Imposible.
No pueden darte aquello de lo que carecen.
Pero, y tú, ¿también careces de ello?
No lo creo.
- Todos llevamos a un ‘intentador’ en nuestro interior. Se trata de ese aspecto o parte de nosotros que ignora el miedo y se nutre de la confianza, el coraje, la determinación, la fe y la magia que anida en nuestra psique.
- De pequeños somos osados, intentamos las cosas, repetimos una y otra vez hasta lograr lo que queríamos. Éramos muy persistentes, como suelen serlo los animalitos, al menos, los míos.
¿Adónde fue esa osadía?
A ninguna parte, sigue en tu interior.
¿En serio?
Sí, palabra de hadamadrina.
Sigue en tu interior, en el mío, en el de cada uno de nosotros. No se fue, porque, sencillamente, no puede irse. Como no puede irse tu corazón o tu hígado o tu vena aorta. Lo que sucede es que ha sido sepultada (por ti, tienes que asumir la responsabilidad), por miles y miles de creencias limitantes, por sentencias que te adjudicaron los demás…
Decidiste creer a quien te dijo: ‘No vales, como tú hay cincuenta mil’, ‘Ya lo intentaron otros. ¿Por qué tendrías que lograrlo tú?’ ‘Eres de familia humilde, no podrás llegar a lo más alto’ ‘No tienes suficiente inteligencia, clase, edad, contactos…’ ‘Eres demasiado mayor’ ‘Has nacido en el país equivocado’ ‘A tú edad no puedes aprender a hablar bien un idioma’ ‘No tiene dinero’ ‘Nadie cree en ti’ ‘Eres una mujer y el techo de cristal es muy espeso como para romperlo’ ‘Ninguna mujer ha llegado a presidenta de la compañía’…
¿Sigo?
No creo que haga falta.
No sólo les creíste, sino que, además, te fabricaste una caja hermética en la que encerrar a tu osadía.
- La buena noticia es que, al igual que creaste ese desastre, puedes deshacerlo. Todo es reversible en tu interior. El cerebro es plástico, se remodela. Nuestra mente acepta lo que su dueño le hace creer. Ergo, echa a la basura todas esas creencias apestosas y fabrícate unas que te renueven, que te hagan crecer las alas, que saquen a tu osadía a pasear.
Sólo tienes esta vida para ser lo mejor que te ha pasado.
En mi caso, me marqué la meta de nada en el mar durante todo el año, ya fuese otoño, invierno o helase. He ido a nadar con marejada. Me mantuve fiel a mi meta. Lo logré y, ahora, un año después, nado mucho más que hace un año. He mejorado mi técnica, tengo más resistencia y cada día, nado un poco más lejos. Me divierto mucho.
Hablando de divertirse. Si de pequeños éramos osados también se debía a que nos divertíamos. Todo era un juego. De adultos, todo es ‘serio’ (sinónimo de tedioso).
Si no te diviertes, si no disfrutas, si no te proporciona alegría y te esponja las alas lo que haces, el ‘intentador’, la osadía no saldrá de su madriguera.
A la porra con el qué dirán. Sólo debe importarte tu opinión.
- Aunque te dé miedo, hazlo igual. Verás que se te pasará, ya que, al intentarlo y lanzarte a ello, lo que sucede es que se fortalece tu autoestima y renace en ti la confianza. En este caso, el círculo vicioso, es pertinente, por lo que, cuanto más dejas a tu osadía expresarse, mejor te sientes, más confías en ti, más metas intentas, más metas logras, más lo disfrutas, más…
Eres/Soy lo mejor que te ha pasado.
Recupera al YO de tu infancia y anímale a expresarse.
Recíbete cada día con creencias, piropos, pensamientos, ideas, auto conversaciones… que te den alas, que te animen a disfrutar de la vida.
Un día, nos llega a todos, vendrá el ángel de la transición para llevarte de vuelta a Casa. Mientras tanto, usa tus alas, vuela alto, vive tu vida sabiendo que lo que tu no hagas, nadie lo hará. Nadie puede vivir tu vida por ti. Si no usas tus talentos, tus dones, tus capacidades… nadie lo hará.
Ergo, atrévete. Abre las alas, verás como si puedes volar y llegar tan alto como te dé la gana.
- Todos llevamos un león (sinónimo de coraje, valentía, fuerza, determinación, osadía...), en nuestro interior.
© Rosetta Forner 17.07.23
En las fotos, Rosetta viste diseños MATILDA: www.matilda.es
UN POCO DE HADAMADRINING ES UN MUCHO DE COACHING.
“Rosetta Forner conoce los principios del bienestar del ser humano. Es la persona con la visión y el conocimiento precisos para arrancar las creencias destructivas, a veces, tan arraigadas en nuestra interpretación de la realidad, que remontan a nuestro nacimiento.” Elena Sancho Pereg, soprano
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